TEXTUAL
Estoy hablando de un sistema con un perfil fuertemente exportador al mundo, de materias primas con un alto valor agregado. Políticas de producción con reglas claras y participación de nuestros chacareros. Crear y sostener una infraestructura básica para la radicación de nuevas industrias, generando las condiciones necesarias para que los capitales protagonicen la creación de puestos de trabajo genuinos.
Aportar a una mejor calidad educativa ya que es, la única política de inclusión y la herramienta de movilidad social ascendente de los entrerrianos. Educación que debe ser libre, igualatoria, democrática, participativa, culturalmente diversa y con espíritu crítico. La educación en este siglo, es la Justicia Social. Se deberá cuidar la formación, capacitación y salarios de los docentes; y entre todos cuidar de nuestras escuelas. Se crece desde la educación y la cultura.
Darnos una política de salud que apunte a la prevención, para hacer posible lo dicho por el maestro Ramón Carrillo “La salud es la ausencia de enfermedad”. Dicho esto, no sólo para jerarquizar el nivel de atención hospitalaria de tiempo completo y su infraestructura, sino también invirtiendo para garantizar el primer nivel de atención, algo primordial en las políticas sanitarias. El medicamento es un bien social básico.
Tenemos que sostener políticas sociales permanentes, que apuesten a bajar los índices de mortalidad infantil, los bolsones de pobreza y el hambre, que es el flagelo con el que no podemos convivir. Esta guerra debe ser dada hasta el final y no perder nunca de vista a los que menos tienen, a los que más necesitan, a esos hermanos que viven en la injusticia.
Este Modelo debe considerar los derechos humanos básicos e igualatorios para todos los entrerrianos, con un respeto irrestricto por parte de Poder. De la misma manera la cultura, que es el horizonte de valores y prácticas sociales que organiza la vida de un pueblo en la historia, debe llevar al total acceso a las producciones, a sus bienes y servicios como así también a su promoción en todas las manifestaciones.
Tiene que tener además, una fuerte identidad entrerriana, federal y autónoma. Propia de nuestra historia y plagada de gestos y construcciones colectivas.
En síntesis: Una provincia que tenga como herramienta: la solidaridad; como motor: La justicia Social; como regla la educación; como objetivo: a Entre Ríos y como clima: La Libertad.
¿Cómo se hace?
Esto se logra en un diálogo permanente con todos los actores que construyen la vida política, educativa, económica, efectores de la salud y trabajadores. Un diálogo constructivo con aportes mutuos, porque necesariamente el Modelo se construye entre todos. Esto requiere una idea de equilibrio y una fuerte sensibilidad.
Se debe protagonizar la vida y la historia desde el mismo centro del escenario, con propuestas ciertas y validas, en definitiva ser hombres de ética, acción y esperanza.
Una esperanza que no sea ingenua, basada en hechos concretos, visibles y reales. Una ética sin dualidad, demostrable y expuesta.
Una acción es viable cuando tiene objetivos y estos se alcanzan, transitando un camino con dudas propias y ajenas.
De las propias se reflexiona, de la ajenas se aprende. Porque la duda confirma el movimiento y por lo tanto es una esperanza en sí misma.
Tengamos memoria, nosotros tomamos una provincia postrada, con deudas, los efectos de la cuasi moneda, con baja estima y sobre todo quebrada en su identidad. Después de cuatro años, entre todos, la dejamos de pie y caminando con un rumbo. Entre Ríos tiene base para seguir soñando.