Una importante cola de vehículos detenidos, a la espera de cruzar el paso fronterizo para iniciar sus vacaciones en el Uruguay, llegaba este mediodía casi hasta la entrada de la ciudad de Colón, ubicada a unos diez kilómetros del Puente Internacional Artigas, que la une con Paysandú. «La culpa es del corte de Gualeguaychú», explican los gendarmes a los turistas que mastican su bronca por el embotellamiento producido en la Aduana sanducera. La demora se extiende por casi seis horas, según se indicó a Análisis Digital.
Los efectivos de la Gendarmería ponen su mejor cara para explicar los automovilistas que hay demoras de hasta seis horas, por los trámites que deben realizarse en la Aduana de Paysandú para ingresar a la vecina República Oriental del Uruguay. Los turistas argentinos, chilenos y paraguayos que quieren ingresar al país vecino por el puente General Artigas, se encuentran con un verdadero «vía crucis» al rayo del sol, como consigna el matutino de Paysandú, «El Telégrafo». Por las dudas, los gendarmes también aclaran que ni ellos ni los funcionarios de la Aduana son los responsables del embotellamiento.
Durante horas, centenares de automóviles y ómnibus con cientos de pasajeros deben esperar a que se descongestione el paso de frontera del lado uruguayo. «Le damos un vistazo al auto y tratamos que salga rápido de acá», dijo un funcionario uruguayo que trabaja en el Puente. «Sabemos que son turistas, y no queremos hacerles pasar un mal rato», señaló el mismo vocero, contando al periódico que «los detienen los gendarmes del lado argentino, y van pasando de a poco, para que no queden varados sobre el puente». Consultado sobre si sabe de alguna iniciativa que se esté analizando para solucionar este problema, señaló que «podría ser poner más funcionarios para que los trámites fueran más rápidos, más que nada los de migraciones».
La Gendarmería Argentina, por su parte, ubicada sobre la Ruta 135 que conduce hacia el Puente Internacional, detiene a los vehículos y les advierte la situación, por lo cual muchos optan por volverse. Al mismo tiempo, sólo permite que pasen aquellas personas que residen en la zona o los que poseen tarjeta vecinal para cruzar, de modo que no tienen que hacer trámites en la Aduana.
La increíble cola de vehículos que ya se encuentran demorados, a la espera de cruzar el paso fronterizo para iniciar sus vacaciones en el Uruguay, llegaba al mediodía de este sábado casi hasta la entrada de la ciudad de Colón, a unos ocho kilómetros del Puente Artigas. «La culpa es del corte de Gualeguaychú», explicaban los gendarmes a los azorados turistas que mastican su bronca por el embotellamiento producido en la Aduana sanducera. Muchos de ellos ya lo saben, dado que en su mayoría habían pasado de largo en aquella ciudad tras la experiencia de años anteriores.
Paradójicamente, se conoció que en la ciudad que viene cortando el paso fronterizo desde hace dos años, los organizadores del Carnaval pidieron a los dirigentes agrarios evitar los cortes para no perjudicar la actividad turística.
En la ruta nacional 14, el tránsito incesante hace prever que la situación sólo puede empeorar. En la ruta 135, acceso al Puente Artigas, la temperatura crece, y no sólo por el sol impiadoso del verano entrerriano.