El mes pasado, el decano de la Universidad de Concepción del Uruguay (UCU), Luis Cerrudo, explicaba a DIARIOJUNIO que el Palacio San José ingresó en el Programa Integral de Puesta en Valor, Restauración de Edificios Históricos y Anexos de cara al bicentenario. Las mejoras serán destinadas entre otras actividades para talleres de conservación y restauración, y un salón de usos múltiples que estará lindante con la construcción histórica. “No se distorsionará en lo absoluto” el monumento, aseguró.
Según el docente las mejoras “permitirá contar con áreas funcionales nuevas en un espacio que está proyectado en tres salas con forma de u, con un patio central donde se trasladaran los talleres de restauración y conservación, sala de investigación, la sala de maquinarias, y un salón de usos múltiples, y una biblioteca”.
Cerrudo explicó que la nueva construcción “estará ubicada en la parte sur del sector de las cocheras, en ese lugar separado del palacio, lindante con la construcción histórica se construirá este espacio nuevo”. Enseguida añadió que: “esto nos permite liberar totalmente el monumento histórico y tener un espacio totalmente constituido, para el personal que debe tener el museo”.
Asimismo indicó que “se reciben a 150 mil personas al año, esta gente también puede ser aprovechada por la zona de influencia y de los alrededores, y un salón de usos múltiples ayudará a que se puedan realizar eventos para la ciudad”, afirmó Cerrudo.
El edificio se encuentra en las afueras de Concepción del Uruguay. Fue el hogar del primer presidente constitucional argentino, Justo José de Urquiza, quien derrotó a Juan Manuel de Rosas en la batalla de Caseros en 1852. Una vez dueño del poder, el vencedor del Restaurador de las Leyes, ordenó la construcción de una imponente edificación impregnada de buen gusto, lujo y ostentación. El Palacio fue construido entre 1848 a 1865, junto a un templete y un lago artificial.
La noche del 11 de abril de 1870 penetraron a caballo en el Palacio quienes asesinarían a Urquiza, al grito de «¡Muera Urquiza; viva López Jordán!». En la sala del crimen, el lugar que fuera dormitorio de Urquiza, se conserva en un postigo la huella ensangrentada de la mano del líder ultimado. Este lugar fue transformado después en oratorio por la esposa de Urquiza.
El Palacio posee 38 habitaciones más las dependencias: escritorios, dormitorios, archivo, biblioteca, sala de juegos. Y un comedor con una gran mesa de caoba. Allí, diariamente, almorzaban unas 25 personas. Hay una pulpería, un palomar que podía albergar 650 palomas, salas de cocina, salas de baño y recepción, capilla, cocheras, capilla, dos torres de vigilancia. En esas diversas salas predominan mármoles, espejos de lunas francesas, techos laminados en oro, reliquias de tres santos lajas italianas. Y muebles de caoba, roble y caoba, algarrobo y porcelanas chinas, según la página temakel.com.
