Según se pudo establecer, la mujer es una profesional y comerciante de unos 50 años y estaría sufriendo un profundo cuadro depresivo que la llevó a intentar terminar con su vida ingiriendo unas sesenta pastillas de 2 miligramos cada una de un antidepresivo, Alplax.
Al parecer, antes de tomar la drástica determinación, en horas de la noche habría realizado varios e-mail dirigidos a sus amistades, explicando los motivos de su decisión.
La casualidad llevó a que felizmente uno de esos correos fuera leído a los pocos minutos de su emisión, lo que permitió que una vez informada la situación a las autoridades policiales, el mismo jefe de la delegación Basavilbaso de la fuerza, comisario Carlos Suárez, encabezara la comisión, que contó con la colaboración del médico Roberto Lescano.
Mientras la Policía se disponía a entrar a la vivienda, que estaba cerrada, el Dr. Lescano logró persuadir a la mujer de no seguir ingiriendo estos medicamentos y que le permitiera entrar lo que facilitó el rescate. De inmediato se dispuso el traslado al hospital «Sagrado Corazón de Jesús» donde quedó internada, y aunque su estado es delicado se recupera satisfactoriamente.
Según le indicaron vecinos a DIARIOJUNIO el accionar del profesional fue fundamental para evitar la tragedia.
