Caso Tiguá: transcurridos los testimonios, Perroud ratificó que pedirá prisión perpetúa

En medio de la audiencia de los diversos testigos que se extendió hasta esta tarde, Segovia pidió la palabra y prestó declaración indagatoria. Su versión acerca de lo acontecido en la noche del crimen es que, luego de salir del boliche donde estaba Eliana, había recibido un llamado de la prima quien le dijo que “Eliana iba a estar en tal lugar; iba a ir caminando por tal o cual calle y que si quería tener algo con ella la iba a ubicar ahí”.
En consecuencia, Segovia fue al lugar señalado y se encontró con Eliana y su novio, un funcionario policial. “Habría mantenido una pelea con el novio de la chica, y en esa pelea la chica interviene, ella lo rasguña y el se fue a la casa”, dijo Perroud, quien estima que la versión del imputado apunta a justificar los restos de piel debajo de las uñas. “Lo que hace es tratar de situarse en alguna situación que justifique la piel debajo de las uñas”, añadió. “Me parece un manotazo de ahogado”, añadió.
Un celular fue secuestrado durante el allanamiento en la casa del acusado. “Por supuesto, en ese celular no se recibió ninguna llamada”, señaló el letrado. Pero Segovia sostuvo que había otro celular que le fue secuestrado por la Policía donde habría recibido la comunicación telefónica. No obstante, Perroud aclaró que “no hay ninguna constancia en ningún acta” policial acerca de la presencia de un segundo aparato inalámbrico. No obstante, la Cámara Penal tomó los testimonios de los policías que participaron del allanamiento pero los testigos no echaron luz sobre la cuestión.
“La cuestión es que hay fotos (dos: una de frente y otra de costado) del imputado cuando es detenido y se nota que hay un portacelular adosado al cinto que llevaba puesto. El dice que en el momento en que le sacaron la fotografía el celular estaba en el interior del portacelulary se solicitó ahora que la División Criminalística de Federación, que hizo las fotografías, remita una ampliación de las mismas», dijo Perroud. Los elementos deberían llegar a la Cámara la semana que viene. Los alegatos, excepto que se interponga alguna otra prueba, se realizarán el 9 de diciembre.
“Esto de los celulares es para introducir alguna duda sobre como puede haber ocurrido alguna diligencia procesal”, evalúo el abogado. Otra posibilidad que esbozó es que se haya cometido alguna deficiencia en el allanamiento, de la cual Segovia es consciente, “y está barajando con que los testigos” puedan cometer un error que lo beneficie.
Ningún testigo avaló la versión de Segovia. Según Perroud, la prima de la víctima que habría realizado la llamada aseguró ante el tribunal no sólo que no la hizo sino que no sabía del número de celular y que nunca lo hubiese llamado “porque no le gustaba para su prima”.
También declaró el novio en ese entonces de Eliana, un policía, quien dijo que nunca lo vio a Segovia y que lo conoció en la audiencia. “El dice que no estuvo con ella en la noche del crimen. Es una persona que estaba casada y la chica mantenía una relación clandestina con esta persona. Era la víspera del día del padre y dice que se quedó en su casa con su familia y que se enteró de la muerte al día siguiente”, expresó Perroud. Incluso hubo un careo entre ambas personas y cada una se mantuvo en sus dichos.
Otros testigos que declararon fueron dos mujeres de apellido Azcona que estaban con Segovia en el momento en que Eliana pasaba por delante de ellos. Una de ellas atestiguó que, en ese momento, el acusado expresó a un ciclista que también pasaba por allí: “seguila”. La otra señaló que el imputado dijo: “a esa que va cruzando la voy a acompañar a la casa”. El ciclista, apellidado Acosta, confirmó a los jueces que le dijo “seguila”.
El letrado que asiste a Segovia, el defensor de Pobres y Menores Alejandro Giorgio, planteó dos medidas preliminares. Por un lado, pidió la anulación de la requisitoria de la elevación juicio por una supuesta “violación al principio de congruencia” debido a una redacción “confusa” del fiscal del juzgado penal de Chajarí.
El segundo pedido de anulación apunta a la prueba de diversos ADN. “Es la prueba más importante porque ubica al imputado en la escena del crimen. Hay rastros de piel del imputado debajo de las uñas de la víctima”, expresó Perroud. Pero la Cámara no hizo lugar a los planteos de la defensa, excepto un análisis de restos hallados en una tabla pero el abogado querellante le restó importancia al mismo.

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