El reciente rechazo del presidente uruguayo Tabaré Vázquez a que Néstor Kirchner sea el próximo presidente de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) habría determinado, según fuentes oficiales, el enojo del ex mandatario para con los asambleístas, a quienes alguna vez defendió de manera pública.
En tanto el gobernador Sergio Urribarri habló las semana pasada de «encapsular» el conflicto» para «relanzar» las relaciones bilaterales, y recalcó que acompaña la lucha de Gualeguaychú, «siempre en el marco de la legalidad».
«Una parte del Gobierno nos quiere ver fuera de la ruta y la llegada de Rossetti Serra fue alentada por esos sectores. Parece increíble que el gobernador hable de unidad con el Uruguay mientras vivimos con este problema. El quiere encarrilar su lealtad con el Gobierno y deja de lado al pueblo de Gualeguaychú», indicó a ese medio Luis Leissa, abogado de la Asamblea.
En tanto Guastavino señaló que «no está en juego la legitimidad, sino la forma en que se reacciona; hay que continuar explorando los caminos del diálogo racional y responsable. Parece ser que la lógica es que, si no me dan lo que pido, decido perjudicar a todos y entonces corto una ruta».
«El Gobierno debería recordar que hicimos decenas de reclamos legales ante organismos nacionales e internacionales, y no nos escucharon hasta que se decidió cortar el puente», contestó el diputado de la Concertación Entrerriana, Emilio Martínez Garbino, ex intendente de Gualeguaychú.
Por su parte, el diputado provincial y ex gobernador Jorge Busti, señaló que las autoridades «tienen que tener paciencia y dialogar con la asamblea, no echar leña al fuego y provocar así el efecto contrario al buscado». En tanto, desde la Secretaría de Ambiente destacaron conversaciones con sectores moderados de la asamblea aunque indicaron que «ganan los que viven del corte y no quieren negociar nada».
