Según los informes enviados por la CTM, el río estaría bajo control aunque llueva en las próximas horas tal como está pronosticado. “El pico que estaba por San Javier y se hablaba que llegaría después del viernes pero no llegaríamos a los 12 mts.”, expresó.
Para que el agua que transporta el arroyo entubado se torne un inconveniente serio tendrían que producirse precipitaciones muy “catastróficas”. Es que la Defensa tiene seis bombas listas para succionar el caudal que llegue hasta el reservorio.
Además, el sistema prevé otros reservorios ubicados en distintos lugares por donde atraviesa el arroyo. En algunos momentos, el problema fue la acumulación de basura pero Rodríguez sostuvo que eso “está controlado”. Hay una reja protectora que impide que los desperdicios obstruyan el funcionamiento. No obstante, aseguró que luego de asumir, el 21 de agosto pasado, debieron limpiar los “chupadores” de las bombas. “Antes del 21 de agosto hubieran habido problemas”, expresó.
Las autoridades están más pendientes con lo que suceda con los líquidos cloacales. Sucede que la salida de los efluentes, ubicada a la altura de calle 25 de Mayo, comienza a obstruirse cuando el nivel del río llega supera los 12,00 mts. “Tenemos que cerrar y empezar a bombear el sistema cloacal”, explicó Rodríguez.
Los líquidos residuales son enviados a una cámara de 80.000 litros y se los extrae por bomba. “Tiene que haber una persona cada tres horas para que funcione la bomba”, expresó. Actualmente, la salida está abierta pero están trabajando al límite. “Hoy quisimos abrir bocas de tormenta y creemos que el agua está queriendo entrar. Te diría que mañana extraíamos cerrando”, indicó.
Por otra parte, explicó que las compuertas que se colocan en los lugares donde se cruzan las vías del tren con la Defensa se colocan cuando la altura supera los 15 mts.