Mabel Migoya, directora de EGB 1 y 2, expresó que el problema que tenemos “no es exclusivamente edilicio sino que es el tema de seguridad de un cierto sector de la escuela”. Los docentes solicitan que se repare ese sector para “conseguir la mayor seguridad de los chicos dentro de la institución”.
Se trata del límite entre los terrenos de la escuela y los fondos de la vivienda de un vecino. “No hay nada; había oportunamente un tejido pero ahora está todo en el suelo y no es factible de reparación”, expresó Migoya. Los fondos de la vivienda lindera están “completamente cubierto de maleza, hay como una vertiente, hay humedad, barro, agua”. En síntesis, hay un “bañado” prácticamente en el patio de la escuela donde rondan “animalitos”, propiedad del vecino, como caballos y perros. “Se nos pasan para el otro lado”, confesó la directora.
La directora aseguró que lo único que quieren es que se tomen medidas preventivas. “No han habido robos, accidentes o algo fuera de lo normal pero son cosas que se están extendiendo en el tiempo. No son cosas que estamos reclamando desde hoy o ayer o la semana pasada. Estamos desde principios de año en estas condiciones”, dijo la directora.
Si bien el reclamo de mayor seguridad comenzó debido a algunas cuestiones inherentes a la obra en construcción dentro del establecimiento escolar, Migoya aseguró que ahora “el sector de obra está totalmente arreglado y reparado porque los responsables de la obra tomaron las medidas que les correspondía a ellos en su sector”.
En la asamblea del viernes, las autoridades del área de Educación coincidieron con las exposiciones de las docentes, labraron actas y se llevaron fotos. El reclamo va a ser planteado ante la dirección de Arquitectura y prometieron una respuesta para el martes. “No sólo expusimos las posibles consecuencias físicas que pueden tener los chicos sino que hay otras situaciones que son íntimas de la escuela que yo no las quiero sacar a la luz pero también son preventivas y que si llegaran a ocurrir también son muy graves”, indicó Migoya.
En la escuela entienden que lo ideal es la construcción de un muro perimetral que resguarde todo el perímetro escolar. “Hoy la escuela tiene un alambrado, un tejido, por llamarlo de alguna manera, pero está roto en diferentes partes porque no dura; los chicos hacen huecos; salen y entran; los fines de semana la escuela es un lugar de tránsito”, dijo la directora. Los fines de semana, quienes cortan camino por la escuela para dirigirse de un lugar a otro dentro del barrio profundizan el deterioro del tejido.
Respecto de las obras adeudadas, la directora de primaria señaló que “en este momento se reinició el tema de ampliación”. En octubre del año pasado comenzó una obra de reparaciones menores dentro del edificio escolar y de edificación de un muro de contención, diferente al muro perimetral que se reclama. “Todo eso se concluyó en el período de vacaciones”, expresó.
No obstante, quedaron pendientes de ejecución los trabajos fuera del edificio escolar y la ampliación de dos aulas, aunque el año pasado iban a ser tres. No obstante, Migoya admitió que “en principio es un aula y a futuro también está proyectada otra aula” porque los cimientos construidos pueden soportar esa capacidad.
“Nos volvimos a arreglar sin las aulas porque la solicitud de la ampliación de la escuela pasa por el aumento de los años en el nivel Medio. Esta escuela contaba con solamente hasta el 9º año pero luego se creó que el 1º año, luego el 2º, que vendría a ser ahora el 5º y, lógico, las instalaciones no son suficientes”, indicó. En estos momentos, el 5º año funciona en una galería o “da clases donde queda un lugar vacío”. Por ende, “ellos andan ahí donde quede un lugar desocupado”. Al mismo tiempo, hay 100 chicos en lista de espera para EGB 1 y 2. “Sólo para primer grado hay 37 inscriptos”, dijo.
Una “mentira grandísima”
María Victoria Sandoval, docente de primaria y delegada gremial, sostuvo que el alambrado perimetral “que va del lado lindero con los vecinos está todo roto”. Explicó que se convirtió en un lugar “muy peligroso” porque el inspector de la obra les dijo que en el sector “en cuestión de segundos puede haber un chico lastimado y con lesiones bastante considerables”.
La delegada explicó que en el lugar “no hay nada”, solamente “como si estuvieran las columnas en la unión del alambrado”. Hay una parte “con puntas hacia fuera” y hay “pedazos de alambrado que no corresponden”. Al lado de un portón “rompieron esa parte, hicieron agujeros y por ahí entran los chicos para ingresar al colegio”. O sea que en vez de ingresar por la entrada principal, ingresan por ese sector. “Están en riesgo porque se pueden enganchar la carita o algo, sobretodo los más chiquitos”, dijo.
“Ellas no quieren que pongan el alambrado a la mañana para que a la tarde este roto otra vez: quieren una cosa segura”, expresó. Algunas voces sugirieron que la cooperadora se haga cargo pero Sandoval descartó esa posibilidad al señalar que no es su función.”Con todo el sacrificio se logra juntar algo de dinero para alguna rotura de una canilla, un vidrio, de cosas mínimas. No $ 400 que sale un rollo para el alambrado para que a la tarde te lo rompan”, expresó.
Además, Sandoval tiene en cuenta que se trata de una escuela que está “bastante alejada” de ambos hospitales y las ambulancias tardan en llegar. “O sea que si el chico tiene un accidente tardaríamos en llevarlo. Y si te pones en el lugar del papá o la mamá si le decís ‘venga porque su hijo tuvo un accidente grave’ obvio que no vamos a tener un problema sino miles de problemas”, explicó Sandoval.
“Vamos a esperar al día martes a ver que solución nos dan, se firmaron dos actas, firmaron todas las mamás presentes, los docentes, el equipo directivo y la supervisora”, señaló Sandoval. Los papeles, junto con fotos que describen el estado del alambrado, fueron enviados a la Zonal de Arquitectura. “Ya se había llevado a Arquitectura pero si bien lo llamamos a (Ricardo, titular de la Zonal de Arquitectura) Truffa, no apareció. Quien tiene que dar la cara, no la da; no aparece”, agregó.
Simultáneamente, la delegada aseguró que el cartel de obra ubicado sobre la entrada principal de la escuela dice: “Construcción de Muro Perimetral en un tiempo de 120 días con una inversión de casi $ 200.000”. Pero recalcó que se trata de una “mentira grandísima”. Y, a diferencia de lo que sostuvo la directora, dijo que tampoco se está edificando un “muro de contención”. “Se están construyendo aulas”, ratificó. Por lo tanto, pidió: “dejemos de mentir”.
También se refirió a las aulas prometidas. En el cartel mencionado se estipula un plazo de 120 días (4 meses) pero la obra comenzó en octubre pasado. “Ya van 10 meses y recién están en los cimientos”, indicó. Al mismo tiempo, expresó que tuvieron que pedirle que colocara un vallado sobre las obras porque eran “un peligro”. “Estaban todos los hierros hacia afuera”, describió. Inclusive, Sandoval sostuvo que tenían entendido que se debían edificar tres aulas “pero se está haciendo una”. “Así sea una, dos o tres aulas eran en 120 días y empezaron en octubre ¿Cuánto tiempo pasó?”, expresó.
Sandoval dijo que el tema las pone a las docentes en una situación de conflictividad con la sociedad. “Porque vienen de un paro y no quieren dar clases. Los paros también son por estas cuestiones porque las escuelas no están en condiciones”, expresó. “Dejemos de decirle a la sociedad y a los padres que vamos a los paros por una cuestión salarial”, añadió. Además, admitió que el jueves hubo discusiones entre docentes de la misma escuela porque algunas no están de acuerdo en suspender las actividades. “Esa compañera tiene sus nietos dentro de la escuela y dijo que no queríamos ir a dar clases porque éramos unas haraganas. Y no es eso, es prevenir”, dijo.
Promesas de soluciones
El Director Departamental de Escuelas, Saúl Dri, respecto del alambrado aseguró que la empresa “lo reparó una o dos veces pero vuelve a ser roto para pasar por allí de nuevo”, sostuvo. Aunque aclaró que no pudo concurrir a la asamblea del viernes por la mañana porque tuvo distintas actividades, señaló que tenía el informe. “Vamos a atender la problemática en estos días y vamos a tratar de darle una solución”, indicó. No descartó convocar a la Policía para mejorar la seguridad de la escuela.
Dri coincidió en que la solución definitiva sería la construcción de un muro perimetral. “Yo estuve leyendo una de las actas que elaboraron hoy por la mañana pero no quisiera adelantar nada”, expresó.
También indicó que en la escuela “se esta realizando un arreglo general que viene con un proceso que toda la comunidad sabe desde hace un tiempo en varias etapas”. Respecto de la última etapa, puntualizó la inclusión de las dos aulas: “que fue un compromiso que hicimos con la comunidad el año pasado y eso es lo que se está haciendo ahora”.
El funcionario negó que el gobierno se haya comprometido a construir ambas aulas antes del comienzo del ciclo lectivo. “Lo que hicimos fue solicitarla antes del fin del ciclo lectivo y son trámites que llevan un tiempo pero era para construirse durante este año”, indicó. El funcionario sólo concedió que la obra “tal vez pudo haber comenzado dos meses antes pero hubo algunos temas administrativos que resolver con la empresa”. Además, admitió que “puede que se haya mencionado tres aulas en algún momento. Desde fines de año que estábamos trabajando con una o dos y conseguimos que sean dos”, indicó.
Respecto del terreno donde se construirá la escuela de nivel Medio, indicó que “hace unos días atrás elevamos el expediente para que el intendente (Gustavo Bordet) y el secretario de Gobierno (José Bechara) puedan dar el último ok a la compra porque ya la Provincia la aceptó a la donación”, indicó. “No están devolviendo en estos días esos papeles y es el último trámite. O sea, el terreno ya es de la Provincia, la Provincia hace el traspaso al CGE (Consejo General de Educación)”, añadió Dri.
Incluso, señaló que la construcción de las dos aulas apunta a “posibilitar que durante un tiempo la secundaria pueda estar allí, con los espacios necesarios o adecuar los espacios necesarios hasta que se pueda llevar adelante el proyecto del edificio”.
Por último, indicó que “sería una lástima” que los padres pidan que no se reanuden las clases si no hay una solución definitiva. “No aceptan un alambrado”, explicó Migoya. “Vamos a ver pero todos estamos acá para solucionar este problema y también hay que trabajar con las solidaridad de los vecinos”, puntualizó Dri. La directora descuenta que las clases se retomarán. “Alguna propuesta nos van a traer; creería que de alguna forma vamos a estar dando clases”, agregó Migoya.