El informe señala: «A partir de esta revisión y con este punto en el tiempo, todos los indicios apuntan a que la planta está desempeñándose de acuerdo a las estrictas normas medioambientales previstas en el EIA y el Estudio de Impacto Acumulativo, y de conformidad con las normativas uruguayas. Estos resultados también son compatibles con las medidas de desempeño de otras plantas modernas”. Es para destacar que, luego de un informe previo al inicio de operaciones, «este segundo informe fue preparado después de los seis primeros meses de funcionamiento, y los informes posteriores se elaborarán cada año durante los dos primeros años de funcionamiento», consignó LR21.
Asimismo se destaca que respecto al efluente líquido «la planta ha cumplido con la concentración máxima y límites especificados por Dinama».
Se afirma también que «una comparación de los datos de seguimiento antes y después de la marcha de la fábrica demuestra que la calidad del agua del río Uruguay no ha cambiado como resultado de la planta».
Y prosigue: «La calidad del agua entre la planta y Fray Bentos es comparable a la calidad del agua río arriba, más allá de seguir la influencia de la fábrica, lo que indica que la planta no ha afectado la calidad del agua en el Uruguay.»
Desde el punto de vista del aire se afirma que, «las emisiones atmosféricas de la fábrica se han mantenido dentro de los límites admisibles especificados en la autorización expedida por la Dinama.» Y se agrega que «el aire cerca de la ciudad de Fray Bentos se considera de alta calidad.»
Por otro lado, el ministro de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, Carlos Colacce, vistió por primera vez desde que asumió la planta de Botnia y asistió también por primera vez a una reunión de la Comisión de Seguimiento.