El edil sostuvo que en las primeras reuniones de la comisión de monumentos se decidió bajar la efigie del lugar donde está enclavada porque “lamentablemente genera muchísimo peligro. Está sostenido por lingas de acero con gran peligro para los que lo visitan que es mucha gente”.
Por su parte, la directora de Turismo, Nidia Yunez, dijo que el traslado de la imagen fue “convenido y conversado con el Monseñor (Luis Collazuol)”. Según Yunez, la efigie está “muy deteriorada”. “Es una imagen de madera que el clima y los cambios de temperatura, la lluvia y el viento la han ido deteriorando”, agregó la funcionaria. Por ello, “gente especializada en el tema, que depende directamente de Obras Públicas, se encargará de la restauración”.
Respecto de la propiedad de la obra, se desconoce si la fue cedida al municipio. Una consulta a una fuente de la Dirección de Asuntos Legales recibió como respuesta que desconocía si existe algún papel firmado donde quede clara la cuestión. Por lo tanto, hay un vacío legal sobre el tema. No obstante, Giampaolo aseguró que pertenece al municipio por ocupar el espacio público.
Giampaolo coincidió en que “no está hecha con un material para el aire libre”. La madera es de “tipo blanda” y, si se la ve de cerca, “se ha picado completamente, se ha echado a perder adentro y ha perdido total solidez”. Por lo tanto, dedujo que volver a dejarlo al aire libre, sin el tratamiento adecuado, sería muy malo para la obra.
Una vez que lo bajen, será trasladado a un lugar que no estaba determinado aún. “Las opciones que hay son los galpones del Regimiento o los galpones de la estación Norte”, indicó el edil. La posibilidad de llevarlo a Parques y Jardines -repartición ubicada dentro de San Carlos- que se barajó en un primer instante quedó descartada porque “no hay un lugar suficientemente grande como para guardarlo bajo techo”.
El costo de la restauración aún no fue determinado. En tanto, los restauradores serán convocados mediante un concurso, del cual Giampaolo no descartó que pueda participar Sissara, y recién en esa instancia, se podrá saber si se puede volver a entronizar. “Esto está conversado con el Obispado de la ciudad a quien se va a pedir todo tipo de colaboración, tanto lo que hace a la faz técnica como a la social ya que es un monumento muy querido para la comunidad católica”, agregó.
Por último, el integrante de la comisión de monumentos dijo que “es una obra muy grande. Lamentablemente el error estuvo en el material. Si se hubiera pensado un poquito mejor, no hubiéramos atravesado por esta situación”.