La Presidenta se refirió a las imágenes de leche derramada en las rutas y pidió «por favor, en nombre de los que todavía no tienen agua potable, de los que no tienen trabajo, de los que tienen hambre, pensar en ellos un poco más y un poco menos en nosotros mismos».
Además, consideró que «sólo aquellos que tienen mucha renta pueden darse el lujo de parar 90 días» y se preguntó «¿quién puede vivir tres meses sin trabajar?; sólo los que han acumulado mucho; no hay misterios ni secretos».
«La avaricia es uno de los pecados que Dios mas condena porque congela el corazón de los ricos y no les deja ver el sufrimiento de los pobres», agregó.
La Presidenta subrayó que «mi opción es por los pobres» y se despidió del acto de Rafael Castillo donde inauguró una red de agua potable diciendo: «Vamos juntos a derrotar la pobreza y el hambre».