El secretario general les explicó que, a diferencia del grano de soja, maíz, trigo o girasol que se puede almacenar o del ganado vacuno que pueden permanecer en el campo “todo el tiempo que sea y no le afecta nada, al contrario”, la fruta “es dos o tres días y después hay que cosecharlas porque sino se pierde”. En ese sentido, aseguró que otros mercados que compiten con Argentina han cotizado más caros sus productos a expensas del país. “Creo que eso es preocupante para el trabajador por la mano de obra: somos directamente afectados”, expresó.
En Gualeguaychú dialogó directamente con el titular de Federación Agraria en la provincia, Alfredo De Angeli, mientras que en Chajarí conversó con los referentes: Toller, Siviero, etc. “Tengo muy buena relación y trato de mediar para que no se corte la citricultura, que se la deje pasar porque en Chajarí y Mocoretá tenemos muchos afiliados”, sostuvo.
Camejo aseguró que las tratativas las realizó “días atrás”, pero debido a que ayer comenzó un nuevo paro agropecuario está dispuesto a viajar “las veces que sea a Gualeguaychú o adonde sea para gestionar que la mano de obra de la citricultura no se pare”.
En estos momentos, la actividad está funcionando a pleno. “En una semana hay un variedad, la otra semana empieza la otra y esto no se puede parar porque se juntan todas la variedades y los barcos que viene de países extranjeros cargan y no esperan a nadie. No esperan; ellos cobran por venir, estar en el puerto y se va, no les interesa”, recalcó.
Si en algún piquete se retienen a los camiones de fruta, Camejo sostuvo que los afiliados van a ir a la municipalidad o “donde sea” a que les ofrezcan una respuesta. “Nosotros no somos gestionadores de subsidios sino que gestionamos la mano de obra y nuestros afiliados son gentes de trabajo y se ganan el pan dignamente”, dijo el gremialista.
Respecto del grupo de zafreros que reclamó ayer en la municipalidad la obtención de un subsidio debido a los perjuicios provocados en la actividad durante los primeros días del paro de marzo pasado, expresó que sería contraproducente porque “si les tienen que dar, les tienen que dar a todos subsidios porque se les dan a 15 o 10 y 10.000 quedan sin nada”, expresó. El Sindicato tiene 9.000 afiliados que trabajan en el citrus y, si se le suman los arandaneros, Camejo estimó que llegarían a 15.000.
Además, el secretario general dijo no estar al tanto del reclamo de los trabajadores que ayer fueron al municipio. “No estoy enterado de estos compañeros que han ido. Voy a ponerme en contacto con el intendente para ver la situación porque nosotros no gestionamos subsidios sino trabajo y peleamos por la mano de obra para nuestros afiliados”, recalcó Camejo.