La propuesta presentada por el socialista de Concepción del Uruguay en la asamblea reformadora manifiesta, expresamente, que «no se permite el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares en el territorio provincial».
El convencional uruguayense, en sus fundamentos, alerta sobre el peligro que representa la Ley Antiterrorista sancionada en 2006 por el Congreso argentino, «expresión cabal del cumplimiento por parte del gobierno nacional de las exigencias de la administración republicana de los Estados Unidos», según apunta Schvartzman, y por la que «se abre la posibilidad de criminalizar la protesta social». Con este instrumento y con la nueva ‘Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos’, se sepultaron las doctrinas de contención y disuasión, y se dio vía libre al fortalecimiento de alianzas regionales contra lo que sea catalogado como ‘terrorismo global’ y a la ‘guerra preventiva’.
El periodista también llama la atención sobre la proliferación de ejercicios militares en varios puntos de la Argentina, y en los considerandos subraya que «investigadores del tema señalan que más allá de los planes de instalación de bases militares extranjeras en la Argentina, ya existen enclaves que integran este esquema estratégico de control».
En ese marco se destaca «la presencia de un destacamento norteamericano en nuestras islas entrerrianas del delta del río Paraná, denunciada en 2003 y negada por el gobierno, aunque varias veces confirmada por los pobladores de la zona». El uruguayense indicó también que los marines estadounidenses, están allí «sin autorización del Congreso y en operativos presentados como campañas de ayuda social».
También advierte sobre que «en los años siguientes se realizaron en distintas oportunidades ejercicios conjuntos entre las fuerzas armadas argentinas y otras latinoamericanas bajo la dirección del Comando Sur», además de «proyectos de instalación de bases norteamericanas en nuestro territorio y la militarización de regiones completas del país».
«Como presidente, Eduardo Duhalde remitió a la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados el proyecto de ley que autorizaba el ingreso al país de personal militar extranjero para realizar ejercicios», recuerda el también docente de Concepción del Uruguay.
Por estas razones, y por la evidente e ilegal –aunque negada oficialmente– presencia militar norteamericana en tierras entrerrianas, el dirigente socialista pone de manifiesto que «Entre Ríos es tierra de paz y queremos que lo siga siendo», y agrega: «Por eso es que entendemos que la letra de nuestra Carta Magna provincial debe descartar cualquier posibilidad de presencia de bases militares o tropas extranjeras en nuestro territorio».
