Si bien tiene el mismo apellido que el dueño del supermercado allanado el jueves –cuando se secuestraron unas 150 chapas- no es la misma persona ni guardaría relación con él. La historia de cómo el personal de la fuerza terminó allanando el amplio deposito que el supermercado Va Y Viene de Avenida Alem y 28 de Mayo tiene sobre su salida por calle Mendoza se remonta a varios días atrás. Según se supo, la empresa metalúrgica local “Estructuras Mayo” fue estafada cuando individuos que no serían de esta ciudad le compraron más de 300 chapas de zinc con cheques que habían sido robados en la ciudad de Concordia, a una cooperativa. Cuando uno de los dueños de la firma local fue a cobrar uno de los dos cheques que los “compradores” le extendieron –uno por 110 mil pesos y otro por 62 mil- no pudo hacerlo, ya que la numeración del documento correspondía una chequera que había sido sustraída.
El robo de los cheques data del mes pasado en la vecina ciudad. Se denunció el robo de una chequera perteneciente a la institución y se realizaron los trámites ante la institución bancaria de aquella ciudad. Se esperaba que con la denuncia policial se evitara así que se pudieran producir estafas con los cheques robados. Aparentemente, pocas días o quizás horas después del robo, esos cheques ya estaban circulando por Chajarí, así como también por Federación, donde fueron utilizados para la compra de madera, produciendo en esa ciudad otra estafa, en ese caso por una cifra cercana a los $ 20.000. Se estima que la prontitud con la que se movieron los estafadores para “colocar” los cheques habría sido la suficiente como para ganarle tiempo a los tramites burocráticos que devendrían luego en la difusión del robo y la puesta en conocimiento por parte de las entidades bancarias locales, ya que cuando desde la metalúrgica local se consultó al banco sobre la normalidad de las operaciones de la cooperativa concordiense, se le respondió positivamente.
El jueves pasado, la policía había allanado un deposito del reconocido supermercado “Va y Viene” de Avenida Alem. Allí había 150 de las casi 300 chapas de la firma local engañada. Si bien no trascendió mucho, los elementos estaban allí porque el dueño del supermercado –el reconocido empresario Jorge Burna- las habría comprado, presumiblemente, a los estafadores. Vale destacar que al momento no hay ninguna persona detenida.
