El aumento reciente de tarifa del agua potable, ¿es proporcional, se cumplió con el principio de la capacidad contributiva del usuario, se le ha dado un valor racional al precio del servicio, que se está haciendo para mejorar la recaudación para que no sean los que cumplen siempre quienes sostengan el déficit?, preguntas que se hacen muchísimos usuarios que cuestionan este aumento que oscila entre el 50 y más del 100% de incremento, que ya comenzó a aplicarse a 32.529 usuarios. DIARIOJUNIO requirió al Delegado del intendente en el Directorio del EDOS, Gustavo Labriola, precisiones sobre los criterios técnicos que prevalecieron en la nueva tarifa.
Gustavo Labriola, que es el propulsor del pedido de modificación tarifaria, fundamentó el aumento diciendo que “obedece a la necesidad de equilibrar el déficit heredado y al retraso de la tarifa respecto a los costos”. Dimensionar la magnitud de ese déficit, y de como impacta el aumento en las distintas zonas y categorías de usuarios, permitirá tener idea sobre los criterios que impulsaron la nueva tarifa, más allá de la necesidad financiera. Se desprende de la información enviada al Concejo Deliberante y, comparada con la ordenanza impositiva vigente, dicha modificación traerá como resultado en los contribuyentes que pagan la tasa de agua por valuación fiscal, que un grupo importante terminará pagando más del 100% y otro grupo menos del 100% y más del 50%, lo que arroja un promedio aproximado del 100%. Respecto al servicio medido, cabe destacar que tanto el mínimo como el valor del m3, aumentaron para todas las categorías el 100%.
Respecto a esta apreciación, el delegado del Ejecutivo dijo: “para el aumento de tarifas se procedió así: el 12% paga servicio medido y, el 88% restante por tasa. El parámetro tradicional y que corresponde tener en cuenta para el pago de la tasa es la valuación fiscal. Por motivos que no vamos a tocar ahora, no se había aplicado la valuación fiscal en Obras Sanitarias, que sí se venía aplicado a la tasa inmobiliaria. Era en la mayoría de los casos menor, porque no se había actualizado a pesar de la evolución informática del municipio, no se aplicó acá”. La explicación que proporciona el funcionario a esta circunstancia es “no se actualizó porque la conducción que había en ese momento no lo quiso hacer. La diferencia de criterios comienza cuándo se inicia la autarquía y, Obras Sanitarias no hace el acuerdo con Reale y Asociados como lo hace el municipio”. El funcionario siguió explicando a DIARIOJUNIO que “se hizo una estimación, porque aplicar sobre el valor fiscal actualizado, las alícuotas que hasta el año pasado se estaban usando, se daba una modificación superior al 60% de la tasa promedio. Para morigerar un poco el efecto, se dedujo la alícuota que se aplica en cada una de las zonas sobre el valor fiscal”. Labriola señala estar convencido de que es un valor objetivo que “no lo ponemos nosotros, que en realidad representa una estimación de la capacidad contributiva que tiene el dueño de la propiedad. Por el lado de la tasa está justificado.
Por el lado de los medidores tradicionalmente el 80% de los consumos de medidores en promedio consume lo mínimo, o sea 30m3. Basado en este argumento se hizo una comparación cuántos pagarían por tasas con la nueva escala, los que están pagando por servicio medido. Y la desproporción, junto a alguien que estaban pagando entre 30 y 40 m3, entre los que pagarían por tasas y medido va a ser mucho más grande de los que estaría pagando ahora, por eso para equiparar los valores es que se incremento el servicio medido”. El funcionario respecto al servicio medido reconoce que “adolece de control, puesto que tenemos poco personal para hacer un control sistemático de los medidores, entonces pasa que hay muchos medidores que están rotos o tienen cualquier otro problema, por eso que se da esto de que el 80% paga el mínimo. Entonces lo que se tuvo en cuenta es que no haya una desproporción entre aquel que paga por tasa y el que paga por servicio medido”.
Consultado por las numerosas quejas que se recibe a diario por este aumento, razona “todo contribuyente buen pagador no se debe sentir mal por tener que pagar esto, porque desde el punto de visto de las Tasas es objetivo y no es una medida confiscatoria, puesto que el agua es un servicio que se presta y que ha modificado su costo, no se puede trabajar a pérdida, hay que aumentar el precio. Por supuesto que hay quejas por el aumento, pero está en la razonabilidad o no de la gente de porqué se hace la suba.”.
Observando las estadísticas de Obras Sanitarias, 15.266 usuarios pagan el servicio, mientras que 16.751 no lo hacen. Esto lleva a un razonamiento simple: ¿no sería más equitativo, más justo, más razonable arbitrar medios que permitan corregir esa alta tasa de morosidad y no “premiar” a los que pagan, con un aumento ? El responsable del EDOS frente a esta realidad nos expresaba, “hay una política de cobro, que responde a una intimación masiva de corte, la morosidad se ha atacado en forma simultánea con la realidad fáctica de Obras Sanitarias. Con los pocos medios que tenemos, y después de las intimaciones, hay 700 personas por día que vienen a regularizar sus deudas.
El déficit no se va a solucionar de un día para el otro, pero va a llegar.
Se puede ver todos los días en las oficinas del EDOS, en Bv. San Lorenzo y Entre Ríos, largas colas de contribuyentes quejándose por el tiempo que deben perder para hacer tramitaciones, ya sea para quejas por liquidaciones mal hechas, para refinanciación y para pedir explicaciones por las tarifas. Labriola reconoce esta situación y dice “continuamente tenemos una persona recorriendo las largas colas de usuarios que vienen diariamente, preguntando a lo que viene, aquel que viene a pagar la boleta se lo hace pasar a la caja directamente, aquel que viene por un reclamo, tampoco se lo hace esperar, lamentablemente el que viene hacer un plan debe soportar más tiempo”.
Hay dos puntos concluyentes en la discusión de los deberes y capacidades de los gobiernos municipales: el cumplimiento de la provisión de bienes y servicios y su capacidad para recaudar. Las tasas que se cobran por un servicio debe guardar proporcionalidad, debe cumplir con el principio de la capacidad contributiva del usuario y que ese precio sea racional. Para que ello ocurra, la mejor forma es un intenso debate con el propósito de argumentar la idoneidad de los parámetros establecidos.
