Las razones para que el cultivo intensivo de arándanos tenga un notable desarrollo y sea una opción productiva para inversores, están en su rentabilidad. Esto explica porque el 75% de las 1.520 ha de superficie sembrada en esta zona, con una producción del orden de las 1.600 toneladas, este en manos de un grupo minoritario de inversores.
Para graficar la rentabilidad, DIARIOJUNIO toma como referencia un esquema de costo de inversiones fijas. Se trata de supuestos básicos para el cultivo del arándano en esta zona, realizada por el INTA. Así, se considera el valor de la tierra, la infraestructura general, la implantación, sistema de riego, sistema antiheladas, maquinarias, trabajos de preplantación y plantación. Todo eso representa una inversión por un valor aproximado a los 20.000 dólares por hectárea.
En tanto, el precio de ventas promedio de la fruta en el mercado internacional en el 2006, con producciones promedio de acuerdo a la edad de las plantas y, tomando una merma del 4% anual, es posible estimar un 55% la tasa de rentabilidad.
Más claro aún, al cabo de 10 años estos inversores, ganan 14 veces la inversión inicial. Un pequeño productor nos decía “hoy no hay actividad productiva en el país que de semejante ganancia”. Recordemos que, tal la legislación en vigencia, por ser una actividad económica primaria no tributa ni en la provincia ni en el municipio.
QUIEN ES QUIEN
De acuerdo a un relevamiento realizado por los interesados, existen 57 pequeños productores que explotan 400 ha, con plantaciones que producen alrededor de un tercio de la producción total. Los 30 productores restantes explotan casi 1.200 has. la mayoría son inversores, destacándose apellidos como Sábato (un médico radicado en EE.UU), Alzogaray, López Murphy Y Parra, entre otros. El relevamiento en cuestión, determina también la edad de las plantaciones, que permite deducir con aproximación lo producido por hectáreas. 850 ha son plantaciones de 1 a 3 años, que producen 400 tn; 570 ha son plantaciones de 4 a 5 años, que producen 1.370 tn y 95 ha son plantaciones de más de seis años, que producen 66,5 tn. Si a estas cifras se le descuentan las mermas lógicas en cualquier actividad, se llega al total mencionado más arriba.
Así las cosas y prestando atención a todas estas referencias, es posible determinar que este negocio mueve alrededor de $ 80.000.000 por año, teniendo en cuenta el precio por kilogramo en puerta de finca del productor, liquidado en el año 2006 por los exportadores que fue de 17,30 dólares. No podemos asegurar que este haya sido efectivamente el valor recibido por el dueño del negocio, esto es, el exportador.
LOS DUEÑOS DE LA TORTA Y EL OCULTAMIENTO
A este escenario, hay que agregarle la forma de comercialización a la que están sometidos los pequeños productores. Un contrato de compraventa de arándanos de exportación que realizan estos productores, y al que pudo acceder DIARIOJUNIO, en este caso con Driscoll’s Strawberry Associates Inc,de Argentina S.A. (exportador chileno), muestra claramente la modalidad que imponen los dueños de la pelota.
La fruta es entregada por el productor en “consignación”. Esto significa que “el precio será el valor de transacción que DRISCOLL’S STRAWBWRRY ASSOCIATES Inc. (USA) determine, luego de deducir los gastos”. En buen romance el productor está subordinado a que el exportador le liquide a través de Nota de Líquido Producto, un precio de venta que el productor no puede controlar. Recordemos que entre las empresas exportadoras como la mencionada están, Sambell S.A, Nort-Bay S.A o el mismo Blueberries S.A.
Es de recalcar que en un artículo del contrato, Driscoll’s le requiere al productor “estricta reserva de dar informaciones sobre precios, sistema de comercialización, intercambio de ideas y otros temas más que hacen a lo vinculado con la comercialización”.
FE DE ERRATAS
Reconocemos nuestro error y pedimos disculpas a nuestros lectores. Esta nota, aunque con otra cifra, fue publicada el pasado sábado. Nos equivocamos en las cuentas y, en vez de $ 80 millones como efectivamente es, habíamos publicado U$S 150 millones. Un error demasiado grueso que, quizá, pudo haber desmerecido una nota que fue producto de un trabajo periodístico de casi dos semanas.
Agradecemos a aquellos que entienden que errar es humano y que lo aceptan mejor cuando, quien comete el error, pide disculpas, como nosotros en este caso. También entendemos a quienes pudieron habernos criticado duramente. No debimos equivocarnos, no podemos equivocarnos, esa es nuestra consigna pero no siempre lo conseguimos.
De todos modos, gracias.