En la escuela Nº 3, por falta de ordenanzas, corre riesgos el inicio de clases

En la escuela, desde el mes pasado, hay una sola ordenanza que se encarga de la higiene del establecimiento educativo. “Estábamos sin ordenanzas, recién ahora nombraron a una de las chicas”, indicó Liliana Silva, una de las docentes del establecimiento educativo. Más adelante, señaló que “aparentemente se había decidido no comenzar las clases sin no se nombraban las ordenanzas”.
En el edificio educativo había tres ordenanzas, “dos que están con permiso por licencia de largo tratamiento; habían nombrado a otra chica y por el Pregase se cayó del sistema entonces había dejado de trabajar”. Si bien hay un nombramiento, Silva dejó en claro que “uno solo no alcanza para limpiar la escuela; es impresionante como está. Hay 16 aulas en total más los tres patios y los baños. Una ordenanza no da abasto”.
Claudia Segovia, delegada docente de la institución, explicó que hay 800 alumnos en la institución escolar y una sola delegada no es suficiente para limpiar la actividad de todo el alumnado. “En el último trimestre del año pasado fue imposible trabajar. Hay una sola chica en el turno tarde y no sabe si va a cobrar, esto es insostenible. Y hoy se enfermó y está en terapia intensiva, por un pico de hipertensión, el casero que nos ayudaba de ordenanza”, indicó.
La delegada aseguró que no es función de las docentes limpiar, barrer, ordenar las aulas y baldear los baños. “En estos casos especiales estamos enseñando a los chicos que tengan un ambiente limpio. Tenemos que trabajar en cosas que no nos corresponden pero lo hacemos, de mala gana pero con una sonrisa”, indicó Segovia. Pero a fines del año pasado nadie se encargaba de los baños. “El problema es como en una casa, si no baldeas una o dos veces a la semana, se va acumulando”, explicó.

Falta agua en el baño y sobra en el techo

Además, hay problemas de infraestructura porque las tres aulas de adelante tienen filtraciones y cuando hay mal tiempo, “se llueven”. “La plata ya vino, se la dieron a la cooperadora, son $ 38.000 para hacer los arreglos del techo. Supuestamente lo van a arreglar pero no se sabe cuando”, expresó.
El otro inconveniente es que al baño del personal docente, cuando llueve, hay que “entrar con paraguas”. Aparte las docentes se quejan del mal olor que impregna a la sala de maestros debido a que el baño está en el medio de la habitación.
El panorama se agrava en verano porque hay escasez de agua. “A las dos de la tarde se corta el agua; el barrio Sarmiento se queda también sin agua”, expresó. Con jornadas de calor agobiante como las que se viven actualmente, “por más medidas que se hagan de mantener el riego, acá no llega”. En muchas oportunidades se debieron suspender las clases. “Un día como hoy, los padres se iban y veían que no había agua, se volvían con sus chicos”, expresó Segovia

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