Hay testigos que vieron fumigando en la zona a una avioneta amarilla que sería la responsable de la situación. La legislación entreriana establece que debe advertirse con 72 horas de anticipación en que lugar se va a fumigar para que de esta forma los apicultores puedan protejer sus colmenas. Esto no sucedió y el martes se detectaron las colmenas muertas. Hugo Breda, es productor hace 10 años, desde hace tres integra el grupo apícola Río de los Pájaros y es uno de los afectados.
La Prensa Federal lo consultó sobre la situación que atraviesan y al respecto afirmó que “Lo primero que sentimos fue que no sabíamos que hacer, a donde dirigirnos. Fuimos a una comisaría de Concepción y no nos quisieron tomar una exposición porque nos dijeron que no les correspondía a ellos y en otra comisaría nos dijeron que nos tomaban la exposición ‘de gauchada’. Sentimos que estamos totalmente desprotegidos frente a una situación así. Empezamos a averiguar entre los vecinos que había pasado. LLamamos a Medio Ambiente de la Municipalidad para saber si ellos habían fumigado y nos dijeron que no sabían nada que había pasado”. Desde la secretaría de Medio Ambiente de Entre Ríos como desde la Dirección Municipal no intervinieron hasta el momento, contó preocupado Hugo Breda.
El grupo apícola Río de los Pájaros está integrado por nueve productores y perdieron 400 colmenas de las 1.100 que poseen. Además hay otros seis apicultores afectados, y en total perdieron 1.000 colmenas. La gravedad de la situación es que la zona afectada está dentro del ejido de la ciudad, y por ejemplo murieron colmenas que están ubicadas a solo 300 metros del complejo termal Aguas Claras. En las afueras de la ciudad fueron encontrados caranchos y palomas muertas la semana pasada. Tanto desde el Areo Club de Concepción del Uruguay como del de Colón se informó a los productores que no despegaron desde allí aviones fumigadores en esos días. En la edición de mañana de La Prensa Federal más información y testimonios sobre esta problemática.
Graves perdidas económicas
Para tener una dimensión de lo que representan estas perdidas para la economía regional hay que tener en cuenta que cada colmena produce unos 30 kilos de miel. Es decir, se perdieron 30.000 kilos de miel, que era lo que iban a producir esas 1.000 colmenas. El kilo de miel se está pagando al productor a $ 5,30, por eso, la pérdida se eleva a 159.000 pesos. A esto hay que sumarle la inversión realizada ya que adquirir cada una de esas colmenas, que estaban funcionando, cuesta 200 pesos, por lo que se perdió una inversión de 200.000 pesos. Toda la pérdida sumada representa 359.000 pesos.
