Porqué el país no ofrece lo que debería ofrecer, justicia distributiva. La distribución equitativa de la riqueza es decisiva de la vida social.
Recibamos el 2008 con alegría e, invitémonos a elevar el deseo de que sea el momento para que la mejor distribución de las oportunidades y redistribución del ingreso (que ha sufrido una regresión inadmisible para un país que pretenda un destino razonable), ocupe el primer lugar en el debate político en el año nuevo.
No acompañemos en el año que comienza a quienes pregonan que: «la mejor distribución del ingreso que podemos proponer es generar trabajo». Y es una parte importante de la verdad. Pero la otra parte de la verdad es lo que se paga por el trabajo. Hoy el salario, en capacidad de compra, está en desventaja.
El 2008 es el momento de repasar en voz alta, cómo se retribuyen los actores económicos que participan en la creación de la riqueza, e imprimamos la necesidad de generar a futuro, un nuevo orden social, más equitativo con esa riqueza.
Sinceros deseos para que en el año que se inicia mejore la situación social y laboral de muchos argentinos trabajadores, acorde con los datos de una realidad económica generosa.