Las últimas cifras de la Encuesta Permanente de Hogar del primer semestre de este año, dice que la mayoría de los pobres son niñas y niños. La proporción de ellos que viven en hogares pobres (40,9%), prácticamente duplica a la población general que vive en esa condición (23,4%).
Cada 10 niñas o niños menores de 5 años; 3,5 tienen anemia y 1 desnutrición crónica, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, del Ministerio de Salud de la Nación, realizada este año. Este contexto genera, entre otras, que 1 de cada 2 niños, quienes sin saberlo, están hoy perdiendo oportunidades de vivir su infancia con plenitud y enfrentaran con desventajas los desafíos de la educación formal.
El Estado Argentino invierte por día y en promedio en cada niño del país $ 5.50.
Debemos ir del enfoque de beneficencia al de Derecho. Hay que trascender los lugares en que se “asiste, ayuda, dan de comer al niño”, para propiciar lugares que pongan al niño en el centro de todas las políticas.
Sepan Uds. que la infancia, la educación, la familia y la comunidad se articulan en el concepto de desarrollo infantil.
¡Felicidades para todos!
