Las diferencias con el gobierno quedaron al descubierto tras la decisión de fijar un precio tope de 78 centavos por litro de leche que se vende a las industrias.
Si bien las instancias de negociación siguen estando abiertas, la postura del gobierno sigue estando lejos de los 83 centavos por litro que los productores reclaman, por lo que la implementación de los bloqueos sigue siendo “inminente”.