Miguel Stegbañer, secretario de Acción Social de Agmer, señaló que no se cumplió con el acta que se firmó el 22 de octubre pasado. Ese día, las docentes convocaron a una asamblea por problemas de inseguridad. El inconveniente se centra puntualmente en una vecina que actúa “con cierta impunidad dentro del establecimiento”, puntualizó Stegbañer. Las docentes aseguran que la mujer denunciada tiene “conexiones políticas”, es la “cacique del barrio” y es amante de un policía, por eso actúa “aconsejada”.
Adalía, la docente agredida, recordó que ese día, luego de formar a sus alumnos vio a dos chicos que se estaban peleando. Uno de ellos era “el nene de esta señora”, a quien le pidió que se vaya a formar en el último lugar de la fila. “Cuando estábamos por salir, esta mujer ingresó a los gritos. No sé quien le informó que yo le había pegado patadas y trompadas al hijo en la fila”, añadió.
La mujer le gritó, la amenazó de muerte verbalmente y la empujo varias veces. La docente sostenía dos bolsas en una mano, y la cartera en la otra, mientras que los alumnos estaban “petrificados escuchando lo que esta señora decía”. Señaló que a partir de ese día, y por una semana y media, no vinieron a clases. “Les han contado a los padres y no los mandan por miedo”, aseguró Adalía.
El miércoles de la semana pasada, la mujer ingresó nuevamente al establecimiento para dialogar con la directora, argumentando que la docente de su hijo tenía que comunicarle algo pero no quería tener contacto con ella. Comenzó a vociferar en voz alta; “no cambia la actitud, sigue provocando y molestando”, dijo Silvia Omar, otra docente de la misma escuela.
La directora de la escuela, Sandra Grzelak, dijo que están esperando que el juez Marcelo Garay se expida. “Ya pasó más de un mes de la asamblea anterior y no hemos tenido respuestas. Se solicitaba, por intermedio de Departamental, una restricción a esta señora por este año y el año que viene se vería”, indicó.
En la escuela hay temor de que se produzca un “hecho de sangre”. Si bien hay un policía custodiando la entrada al establecimiento, el agente sólo tiene órdenes de actuar si las docentes son agredidas físicamente. No pueden bloquearle el paso ni actuar cuando agravia verbalmente.
Por ahora, las docentes quedarán en estado de asamblea permanente. Sólo funcionará el comedor, a partir de las 11 de la mañana. Pero optaron por impedir el paso a los padres. “Por todos los pedidos que hicimos y las denuncias que hicimos ante la Policía y el Juez, estamos esperando una resolución”, señaló Silvia Omar. “Hay que darle un corte definitivo porque los hechos se vienen sucediendo”, agregó Stegbañer.