El municipio perdonó a Litoral Citrus alrededor de 1 millón de dólares por Tasas. Era un plan para que dejara de contaminar, no lo logró

Salvo que Busti, promotor del convenio, diga otra cosa, el espíritu del mismo era, ofrecer un beneficio a cambio de otro, en ese caso, impedir la contaminación de uno de los espejos de agua mas lindos de esta ciudad. Ese objetivo nunca se logró pero los beneficios de esa empresa quedan expuestos en este informe.
Aunque la cifra de un millón de dólares suene exagerada al lado de los escasos 50 mil que debía aportar la empresa, es necesario decir que, la suma de un millón, es conservadora pues, luego de consultas a altos funcionarios municipales, acerca de los montos de venta de frutas y jugos declarados por esa empresa (mecanismo de donde se obtienen los montos imponible para el pago de Tasas), la respuesta fue “no hay registros”.
Ante esa situación, DIARIOJUNIO recurrió al dato inmediato, esto es, lo que la empresa había declarado inmediatamente antes de la firma del convenio.

LO QUE LITORAL CITRUS NO PAGO
Si tomamos la misma base imponible declarada en el año 1992 y aplicamos la alícuota del 1,4% surge claramente el negocio que Jorge Busti le facilitó a esa empresa.
Durante los primeros 5 años “ahorró” o “no Tributó” U$S 611.615.-
Ahora bien, el convenio establece que, posteriormente y durante 36 meses, Litoral Citrus debería haber depositado a favor de ASODECO, el 33% del beneficio resultante de aplicar las ventaja obtenidas por el convenio suscripto.
Acá surge un interrogante, y no es menor, ¿sobre que base imponible se calcularía ese 33%?, Allí nos enteramos que Litoral Citrus nunca declaró al Municipio ningún monto de ventas durante ese período. En el Municipio manifiestan que “no hay registros y que no tenía obligación de declararlo porqué no tributaba. Pero y el convenio ¿ quien controlaba que se cumpliera?
Siempre tomando las ventas declaradas en 1992, porqué no hay claridad sobre la base imponible declarada, el sexto año, o sea en 1998 pagó sólo el 15%, (U$S 10.939). así, ese año la empresa se “ahorró” U$S 104.000.-
En el sétimo año pagó el 45% de lo declarado (U$S 31.963) la empresa ahorró U$S 67.282.-
El octavo año tributó el 60% de lo declarado (U$S 44.528.-) la empresa ahorró U$S 48.932.-
El noveno año tributó el 75% de lo declarado (U$S 62.832.-) la empresa ahorró U$S 30.583.-
Y el décimo año tributó el 90% de lo declarado (U$S 147.293.-) la empresa ahorró U$S 15.000.-

CAPITALISMO PREBENDARIO
Queda aquí suficientemente demostrado el beneficio empresario, no así el beneficio social, más bien todo lo contrario, la empresa se benefició millonariamente sin sentirse comprometida a algo tan elemental como no dañar el ambiente ni perjudicar a cientos de vecinos cercanos a la planta que sufren los olores nauseabundos sino a decenas de miles que durante años disfrutaron de ese arroyito de aguas cristalinas y espectaculares bancos de arena, convertido en un lugar cuya contaminación provoca la muerte de peces y otros animales.
Moguilner aparece “muy preocupado” por la contaminación que pueda provocar la pastera Botnia en el río Uruguay, el mismo río al que van a parar los desechos de Litoral Citrus la empresa sobre la que el secretario de medio ambiente tiene plena jurisdicción y a la que podría exigir lo que nunca le exigió.
El funcionario no solo no le ha exigido a la empresa cumplir con lo que corresponde, sino que anunció que le gestiona, ante el gobierno nacional la suma de 1,5 millón para que invierta y deje de contaminar.

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