Con todo, la empresa acotó que «considera que el potencial foresto industrial de Argentina, Uruguay y Brasil es muy relevante» y que, en línea con su «vocación de crecimiento», «invierte y planea seguir haciéndolo en la región».
«En esa perspectiva, el análisis de un proyecto de este tipo para una empresa como Celulosa Argentina siempre atendiendo al marco normativo que encuadre un desarrollo sustentable, es pensar en futuro», agregó.
Argentina mantiene una controversia diplomática con Uruguay por la instalación en ese país de una planta de pasta celulosa de la firma finlandesa Botnia, frente a costas argentinas. Medios de prensa argentinos y uruguayos publicaron que Celulosa Argentina planeaba levantar una planta en Uruguay.
«Nos proponemos instalar una planta grande, con capacidad de alrededor de 700.000 toneladas por año, a un millón de toneladas por año de pulpa», precisó en declaraciones publicadas hoy por el diario La Nación de Buenos Aires el empresario estadounidense Douglas Albretch, socio mayoritario del grupo Tabebicuá, que controla Celulosa Argentina. Esta empresa posee una participación del 35 por ciento en el mercado local, tiene plantas en las provincias de Santa Fe y de Buenos Aires, emplea a 700 personas y tiene una facturación anual de 450 millones de pesos (140 millones de dólares).
La firma produce anualmente 140.000 toneladas de pasta de celulosa blanqueada de fibra corta y 137.000 toneladas de papel, de los cuales un 26 por ciento se exporta a diferentes países de América, Europa, África y Oceanía. Además de controlar Celulosa Argentina, Tabebicuá es dueña del 88 por ciento de la firma uruguaya Fábrica Nacional de Papel (Fanapel).
Fuente: EFE