El asambleísta admitió a medias la explicación de la Prefectura de Colón. “Puede ser cierto que el animal entre en un abaja de defensa, en una situación de más vulnerabilidad”.
No obstante, a renglón seguido, dejo en claro que el frío en el aire “no significa necesariamente que pueda ser transportado a esa gran masa de agua que está corriendo como es el río Uruguay”. Y añadió que “si bien el frío puede ser un factor, no debe ser el único. Tenemos gran preocupación”.
Desde hace algunas semanas aparecen peces muertos en las aguas del lago y del río Uruguay. Incluso en estos días en que quedaron atrás las bajas temperaturas del invierno que acaba de finalizar. Pero la Prefectura de Colón insiste con que en “general las causas de éste fenómeno de mortandad se atribuyeron a las bajas temperaturas registradas”.
Serrati dijo que han consultado con el departamento de Ecología de la Universidad de Buenos Aires, con la Universidad de Córdoba, “juntando indicios en todo esto porque no tenemos una estructura tan ágil”.
Además, pidieron un informe del estado de las aguas posterior al tratamiento de potabilización en Colón y posteriormente, hicieron un pedido de informes a la CARU, que es “la encargada de velar por la seguridad y las características de las aguas del río Uruguay”.
Señaló que el 40 o 50 % del deterioro del río viene de Brasil y “se potencia con la represa de Salto Grande y con este otro problema de las ciudades ribereñas tanto argentinas como uruguayas que vuelcan sus efluentes sin tratar”.
En la asamblea de Colón se percibe un grado de improvisación ante hechos muy puntuales y graves. “Sabemos, conocemos desde hace mucho tiempo el estado del río Uruguay y el estado no está en óptimas condiciones”, indicó.
Por último, dijo que “la vorágine cotidiana de distintas problemáticas hacen que las cosas más importantes no tengan la relevancia que tienen que tener. Esto es un toque de atención para este tipo de situaciones”.