“Nosotros tenemos la entrada por calle Carriego pero en vez de ir para abajo, vamos a subir unas escaleras para arriba”, explicó Altamirano. Los trabajadores de tránsito se quejaron del lugar que les habían asignado. “Iba a ser en una parte del subsuelo; íbamos a ir a la morgue; era un lugar húmedo, chiquito. Veíamos que no era adecuado a lo nuestro”, indicó. Además, otros compañeros habían manifestado temores de índole supersticiosa. “Imagínate si escuchamos un ruidito, vamos a estar todos sobresaltados”, dijo la semana pasada uno de los delegados.
Evidentemente, hubo un problema de comunicación entre el Ejecutivo y los empleados de Tránsito. “Nunca nos tomaron la opinión a nosotros. Nosotros tenemos un director (Roberto Salvador) que nunca nos dijo: ‘vayan a ver el lugar donde van a ir ustedes’. Nosotros nos enteramos después; siempre nos enteramos últimos”.
El traslado se realizará antes de fin de mes. “Así que los primeros días de octubre capaz ya estaríamos allá”, dijo Altamirano.
La dotación de la guardia está formada por 35 o 40 personas. Hay guardias durante las 24 hs. La mayoría está de turno por las mañanas: de 15 a 20 personas. De tarde se turnan entre 10 y 15, y durante las noches y las madrugadas hay cinco agentes disponibles.
Subdelegaciones en proyecto
El traslado los ubica a los agentes a contramano del crecimiento de la ciudad. Mientras que Concordia crece hacia el noroeste, el ex-policlínico se encuentra al sureste del casco urbano. Para contrarrestar ese alejamiento de un punto neurálgico de la ciudad, como la ex-estación Norte, el agente de tránsito confirmó que hay un proyecto para establecer dos subdelegaciones en los accesos: Villa Adela y La Bianca. “La Bianca abarcaría toda la zona norte: termas, ruta 015, Lago. Para hacer prevención por los accidentes”, expresó.
El proyecto fue presentado en el Concejo Deliberante y toma como modelo a Paraná, donde hay delegaciones en zona sur, norte y oeste.
Además, tendría como finalidad realizar un control vehicular, en conjunto con Bromatología e Inspección General, para “vigilar la mercadería que entra a la ciudad”. Se hizo una prueba piloto, que ya fue levantada, e Inspección general “era la que más recaudaba porque cobraba la sisa de la mercadería que entraba”, puntualizó.
Pero, para poder llevarlo adelante, necesitaría más personal. “Se van a necesitar cuatro o cinco personas por cada turno”, dijo Altamirano. De hecho, lo necesitan en estos momentos por el crecimiento del parque automotor y de motos de la ciudad. “Necesitamos más gente porque el personal que tenemos hoy es escaso y estaríamos descuidando la zona céntrica, las avenidas, Terminal, zona del hospital”, indicó.
La única posibilidad de aumentar la dotación es que la escuela de inspectores de Tránsito se abra el año próximo. “Vamos a ver con la gente que tome el gobierno el 10 de diciembre”, indicó Altamirano.