Musser dijo que un equipo de 5 personas trabajó entre diez y doce horas por día porque tenían la ilusión de terminar antes de que Cresto culmine la gestión. Además querían dejar para Concordia: “un regalo, un mural de la historia de la ciudad”.
El director del Museo aclaró que tenían más de 23 metros construidos moldeados en arcilla y ese material no permite la reconstrucción. “Se trabajo antes de ser horneada la arcilla, faltaba la etapa de color y fue totalmente desvastada, esto se hizo con mucha saña, no se lo que va a pasar, es muy difícil terminarla ya que trabajamos con un método de comparación placa por placa”, indicó. Además, señaló que también están destrozados en el plano moral porque “es una obra titánica”
Por su parte, el intendente Juan Carlos Cresto dijo que este era un ataque “no solo a una obra o a una gestión sino a todos los concordienses”.
