El ex senador provincial y actual candidato a diputado nacional recordó que “El gobernador, prometió al asumir en diciembre del 2003 que antes de marzo del 2004, es decir solo en 4 meses iba a reparar 800 escuelas, y los entrerrianos saben que todos los días un edificio deja de dar clases por el pésimo estado en que se encuentra. Es decir, la comunidad educativa sabe que mintió, a pesar de contar con recursos aprobados expresamente por la legislatura”.
“El reclamo docente tiene dos aristas definidas -dijo, la salarial y el calamitoso estado edilicio de muchísimas escuelas. Los maestros han sido consecuentes con sus reclamos y dignamente no se han dejado presionar por bravuconadas ni intimidaciones propias de regímenes totalitarios, que son aquellos que se empeña no solo en no admitir críticas sino en querer obligar a los otros a sostener que la gestión es buena a pesar de que no lo sea”, aseveró.
El dirigente radical enfatizó que “Busti sigue en el camino de los desaciertos y la falta de rumbo, la primer semana de paro dijo que los descuentos iban a ser destinados a la construcción de una escuela en Viale, la segunda, que serían para pagar docentes alternativos, ahora pregona que el conflicto es por una interna del gremio, es decir continuamente desvaría en sus apreciaciones, mostrando impericia y falta de rumbo”.
Descalificando la marcha, Ghiano sostuvo que “Ahora con esta marcha de apoyo al gobierno, gestada en reuniones de gabinete y motivada por el temor a los descontentos sociales, pretende enfrentar a sectores del trabajo, a los que precisamente debería dar solución, tanto en lo salarial como en lo edilicio, solamente cumpliendo con su promesa al momento de asumir y entendiendo que las cifras del costo de vida real no son las que dibujo Kirchner sino las que los ciudadanos sienten cada día yendo al supermercado o pagando los servicios”.
En duros términos Ghiano acusó al gobierno por los acontecimientos, “Enfrentar militantes y adictos con docentes; hostigar con pintadas en la sede de AGMER, amenazar con sanciones y descuentos; chantajear con docentes alternativos y otras desatinadas medidas son solo la exteriorización del fiel pensamiento del verdadero Busti: intolerante, rayano en lo totalitario”. “Solo falta, un auto oficial que atropelle a una manifestación popular o que una patota tirotee a un dirigente gremial”, exclamó finalmente.