Al respecto, Gargano señaló que “el Consejo de Ministros ha considerado que este tipo de amenazas constituyen amenazas de carácter terrorista». Aclarando que “no se analizó reforzar las medidas de seguridad. Pero sí la gravedad del caso». Remarcando que “estas actitudes obligan a que Botnia deja de ser una empresa para convertirse en una zona de impacto», concluyó.
Gargano recordó que en el dictamen promulgado por la Corte Internacional de Justicia se pedía a las partes que actuaran de tal manera que no pusieran en peligro la seguridad ciudadana.
Según el diario uruguayo El País, también trascendió la noticia de una familia que debió trasladarse a raíz de las amenazas de los piqueteros.
Se trata de Guillermo Fazzio, gualeguaychúense de 66 años que cometió el «pecado» de participar de un asado binacional en Las Cañas.
Allí habló de su posición radicalmente opuesta a los piqueteros y de la falta de apertura en los medios de su ciudad para difundir otras opiniones contrarias al movimiento.
A las llamadas anónimas sobrevinieron pintadas en el frente de su casa, tildándolo también de traidor y corrupto, situación que le obligó a trasladar parte de su familia -esposa y dos hijas- a otra ciudad.
