El grupo de manifestantes está compuesto por integrantes de La Bancaria, algunos integrantes de la CGT local, ex-combatientes de Malvinas, la esposa de Camusso y familiares de otros empleados. “Cada hora se ingresa a la sucursal haciendo una silbatina y aplausos a modo de protesta para que pueda sumarse el resto del personal”, dijo. Además, recolectan firmas de los clientes que ingresan al banco.
De León explicó que se está esperando la convocatoria del Ministerio de Trabajo a la presentación realizada por el sindicato bancario para revertir los despidos. Cuatro se produjeron en una sucursal de Córdoba y otro en Casa Central. “El Banco ya envió el telegrama de despido y puso a disposición de ellos la indemnización”, expresó.
La consorte del gerente despedido expresó su preocupación por el despido y por el desinterés de las autoridades a nivel nacional del sindicato. “En Buenos Aires no lo han atendido a mi marido. La secretaria de mesa de entradas le dijo que deje una nota. Hoy se iba a instalar e iba a poner un sillón en la puerta del sindicato hasta que lo atienda la gente del sindicato”, expresó Cristina.
Pero, tiempo antes del despido, el empleado cesanteado había exteriorizado su rechazo al arreglo del sindicato con las autoridades del Nación. “Le parecía que no era justo y lo firmaron”. Posteriormente, acataron la medida tomada y los paros se suspendieron. Pero su suerte estaba echada.
“Lo único que hizo de malo es pelear por los derechos de todos y no solamente los de un sector”, dijo Cristina. Luego agregó que Camusso había defendido la implementación de un “salario digno” para todos los empleados del banco, “blanquear la totalidad del salario” para beneficiar a quienes se jubilan, modificar el monto que les retienen por el impuesto a las ganancias y mejoras en los elementos de trabajo para que sea un “banco más ágil y en condiciones de competir con los privados”.
También dijo que ha tenido que “dejar la vida” para acompañarlo. “Yo soy docente y he tenido que renunciar a todos mis trabajos para poder acompañarlo y mantener la unidad de la familia”, arguyó.
Además, manifestó que la causal invocada por las autoridades del banco tiene su génesis en el último gobierno de facto. “En pleno proceso democrático apelan a decretos utilizados en la época del Proceso”, dijo. Explicó que la figura jurídica utilizada expresa que los empleados estatales “no tienen ningún tipo de estabilidad y que las instituciones se reservan el derecho a decidir quien trabaja y quien no trabaja”.
Cammuso hace 19 años que trabaja en el Nación. Es oriundo de Santa Fe e ingresó a trabajar en Casa Central y luego emprendió un derrotero prolongado: Paraná, La Leonesa (Formosa), Machagay (Chaco), Charata (Chaco) y Santa Silvina (Chaco). Hace seis meses que trabaja en Concordia.
La familia está compuesto por tres hijos: el mayor que estudia en Buenos Aires y debió volver, una chica que cursa quinto año en una escuela secundaria y una nena de 9 años. “El único ingreso familiar es el del banco”, señaló Cristina.