Roberto Villalba (sargento de la Policía con 20 años de servicio y 14 en la comisaría 2º) aseguró que llegaron hasta la plazoleta Islas Malvinas alertados por el robo de un pasacasette. Cuando llegan, distinguió a Agustín Benítez, que tenía pedido de captura, y Ramírez y Bentancur salen corriendo para atraparlo. Descuelga la itaka de la camioneta y baja detrás de ellos. Escucha detonaciones desde la vía. Según su testimonio, se introdujo en la cortada hasta donde había luz, aproximadamente a la mitad del callejón, y ahí se detuvo. Dijo que no efectuó ningún disparo ni desenfundó su arma. Posteriormente, vió a la madre de Milton gritar que la habían matado a su hijo.
Pedro Ramírez (cabo primero de la Policía con 17 años de servicio y chofer del móvil 302 de la Comisaría 2º) dijo que se lanzó en la persecución de Benítez, escuchó varios disparos y efectuó un dispara “a media altura”. Según explicó, a media altura significa levemente por encima de la cabeza de una silueta humana. La pistola se le trabó y cuando la destrabó efectuó otro disparo similar y posteriormente no disparó más. Siguió a Bentancur, quien atrapó a uno de los perseguidos. Interpelado por el abogado querellante Juan José Bukténica, dijo que decidieron correr directamente hacia la cortada a pesar que les estaban disparando desde ese lugar.
Alberto López (inquilino de los Esquivel): se encontraba tomando mate en la casa de los Esquivel –no tenía adonde vivir- observó a 3 individuos corriendo y a tres efectivos policiales que bajaban de la vía y disparaban. Uno de ellos con un arma larga, una Itaka, y los otros con armas reglamentarias, 9 mm. Según expresó, escuchó 5 o 6 disparos de 9 mm. y un “itakazo” –las distingue porque tuvo instrucción militar- y no escuchó detonaciones pertenecientes a otras armas. Posteriormente, dijo que vio a dos efectivos tirando y observó el disparo mortal, que lo efectuó uno de los policías aunque no lo puede individualizar en la oscuridad. López lo desvinculó indirectamente a Bentancur, el único implicado, porque dijo que “el que reduce a uno de los que venían corriendo no tiene nada que ver” con los disparos.
Ramona Lacuadra (vecinas de los Esquivel): sostuvo que estaba con la madre de Milton en el patio de la vivienda cuando escuchó un estampido y varios disparos (entre 5 y 6). Sólo atinó a refugiarse contra la pared de madera. Luego de un momento de silencio, ve que Milton “se cae” de brazos de su madre y le sangraba la cabeza. Al acercarse, su propio hijo se mancha con la sangre Milton y pensó que también estaba herido. Posteriormente no recordó nada más.
José Zacarías (tío de Milton): estaba en el patio de su casa con su hermana, la madre del bebé, cuando escuchó los disparos. Optó por ingresar a la casa. Luego salió y escuchó a su hermana gritar con su hijo ensangrentado en sus brazos. Ante el requerimiento de Bukténica, precisó que en su casa había luz proveniente de bombillas colocadas en el frente. En cambio, en la cortada había oscuridad. Esta apreciación seguramente servirá para que la parte acusadora señale que los policías dispararon hacia la escasa luz que se vislumbraba en la cortada.
Raúl Nogueira (chofer del Peugeot 504): recuerda que pinchó al cruzar la vía y dejó el auto cerca de la cortada porque no podría llegar hasta la gomería. Como tenía el auxilio pinchado, optó por caminar con la goma en llanta hasta la gomería. Al volver, observó que había un tumulto de gente cerca de su auto, y lo insultaban y le recriminaban haber llamado a la policía, cuestión que negó rotundamente porque no tenía motivo para ello. De cualquier forma, alguien se había trepado al capot y le hundió parcialmente el parabrisas a patadas.
Oscar Leiva (otro tío de Milton): aseguró que su casa estaba completamente iluminada. También dijo que sintió el itakazo y estampidos que aseguró que provenían de las “armas de la policía”. Posteriormente, los gritos de la madre de Milton y la cabeza ensangrentada del bebé. Lo toma en sus brazos y corre hacia Urdinarrain. En la cortada, observa que un policía (Villalba) sale y le dice “¿que te pasó hermano?”y Leiva le responde “me mataste el gurí”. Según la madre de Milton, Villalba estaba enfundando su arma reglamentaria en ese momento. Pero el policía negó haber efectuado algún disparo.
María Ester Chamorro (madrina de Milton y vecina): sostuvo que estaba en la esquina de Urdinarrain e Istilarth y vio a los menores sentados en el terraplén de la vía, “estuvieron horas sin molestar a nadie”, y luego observaron llegar al móvil 302 en contramano. Conocía a Villalba y a Ramírez y los vió descender armados. Posteriormente escuchó 5 o 6 disparos debajo de la vía e individualizó al tío y al padre de Milton que llegaban con el bebé herido de muerte.
Diego Patiño (agente y chofer de un Fiat Uno policial que llegó al lugar del hecho minutos antes que el móvil 302). Señaló que se retiraron cuando comprobaron que el Peugeot no había sido objeto de un intento de robo.
El mayor contraste entre las declaraciones de policías y vecinos se produjo cuando Leiva llegó hasta la camioneta policial y, según dijo, Villalba se negó a llevarlo. Se tuvo que parar delante del móvil y abrirle la puerta a la fuerza para que entre el padre de Milton. Villalba niega que se haya opuesto a llevarlos y aseguró que se ofreció voluntariamente a acercarlos hasta el Carrillo. Los familiares expresaron su disgusto abiertamente y el juez Giorgio los conminó a guardar silencio en la sala.
Mañana proseguirá el debate a las 8 hs. Faltan declarar otros policías y peritos. Posteriormente habrá un cuarto intermedio para que las partes puedan preparar sus alegatos.