El trabajo de los funcionarios fue realizado en una estancia situada en el paraje El Gato, comprendida dentro del área de reserva natural protegida. Allí se pudo comprobar la remoción y desmonte de más de 100 hectáreas que estaban cubiertas de ejemplares de palma Caranday y de palmera Yatay (butia yatay), especie de palmera que domina el paisaje del Parque Nacional El Palmar.
El hecho es considerado gravísimo y al margen de las normas en vigencia, ya que en mayo de 2006 se sancionó la ley 9706, donde se crea la reserva de uso múltiple “Selva de Montiel”, con el fin de amparar las últimas 70.000 hectáreas que aún subsisten de este bosque nativo y que hace un siglo ocupaba un tercio de la provincia de Entre Ríos.
Según se informó, de las 100 hectáreas desmontadas, contaba con la correspondiente autorización para la extracción de materiales forestales, quedando terminantemente prohibido el desmonte de las palmeras Yatay, Caranday y otras especies arbóreas, que fueron arrasadas por topadoras pertenecientes a una empresa desmontadora de la provincia de Córdoba.
Durante el operativo, personal de Gendarmería Nacional pudo corroborar además, que la maquinaria utilizada para el desmonte no estaba inscripta ante la Dirección General de Recursos Naturales de la Provincia.
Por su parte, el intendente de Federal, Juan Carlos Lucchessi, señaló que se debe garantizar la protección de los recursos naturales autóctonos de la Selva de Montiel, considerando necesario y urgente que el gobierno, a través de la Dirección de Recursos Naturales, tome cartas en el asunto, disponga de un control exhaustivo de la zona y redactando el plan de manejo del área protegida.
Ante el pedido de informe a las autoridades provinciales competentes por parte de los legisladores del Departamento, como así también de las autoridades municipales de la ciudad de Federal, agentes de la Dirección de Recursos Naturales procedió a realizar el contralor de esa zona, pero ya era tarde, lamentándose los daños irreversibles a nuestro flora y fauna autóctona.
Desde la Fundación de Historia Natural “Félix de Azara”, Sergio Fruscella señaló que “atentar contra el monte nativo, es atentar contra nosotros mismos”, al tiempo que indicó que, “los bosques nativos cumplen un rol importantísimo en la regulación del clima, la amortiguación de la caída del agua de lluvia y la detención y prevención de los procesos erosivos, además de brindar refugio y alimento a la fauna que los habitan”.
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