La nota del Diario Clarín:
La ruta nacional 14 se ha ganado dos sobrenombres: «la ruta de la muerte» —por la gran cantidad de accidentes fatales que ocurren allí—, y la «ruta del Mercosur». Pero la 14 podría ser llamada también la «ruta de las coimas». Clarín comprobó que hay controles policiales que marcan infracciones inexistentes, presionan a los extranjeros para que paguen en el acto y piden coimas para dejar que la gente continúe su viaje.
Las víctimas son principalmente conductores brasileños. Esta situación es denunciada por entidades de camioneros, agencias de alquiler de autos y diarios de Brasil. Hasta el consulado argentino en Uruguayana tiene constancia del problema. Todos apuntan a la Policía de Entre Ríos.
En una investigación conjunta con el diario Zero Hora, de Porto Alegre, Clarín viajó desde Paso de los Libres —ciudad correntina en la frontera con Brasil— hasta Buenos Aires, y comprobó que las «presiones» existen.
«¿Cuánto puede pagar?», «¿A cuánto llega?», «Tenés que pagar acá, sino queda el auto detenido…», «Si pagás, por 24 horas no te pueden hacer otra boleta por ninguna infracción». Las alternativas, todas ilegales, fueron escuchadas por este cronista y su colega en los puestos policiales denunciados por los automovilistas.
Para investigar, Clarín recorrió la ruta el jueves 5 de abril. Y para verificar si los pedidos de coima pesaban más sobre los brasileños, alquiló un auto con el colega brasileño en Uruguayana. Allí, la empresa de alquiler de vehículos Localiza dio la primera advertencia: «No dejen que la Policía les exija tener en el auto una mortaja plástica, porque no es una condición de las leyes argentinas, sino un pretexto para sacarles plata a los brasileños».
El viaje se inició al mediodía, con patente brasileña, con el obsesivo cuidado de respetar las normas de tránsito. En el kilómetro 474, tras andar una hora, aparece el primer control. La policía correntina pone en las manos del chofer (el cronista brasileño) una revista institucional de la fuerza: Cada una sale $ 10.
Un kilómetro más adelante, bomberos de esa provincia hacen lo mismo: piden $ 5.
El primer control efectivo lo hace Gendarmería en el kilómetro 363, Corrientes. Piden los papeles del auto y luego desean un buen viaje. La situación se repite en el KM 335. Ya en Entre Ríos, la policía revisa la documentación en el KM 261. Más adelante surgen dos controles más, los únicos donde no detienen al auto a lo largo del viaje. En total, de ocho puestos camineros, detienen al auto en que viajaba Clarín y su colega seis veces.
En el KM 137, Concepción del Uruguay, detienen nuevamente al auto. Un agente dice que le avisaron del puesto anterior que el coche pasó a otro en una zona marcada con doble línea amarilla (una imputación falsa). Luego, señala a un móvil estacionado a un costado de la ruta.
Pase por allá, ahí le van a explicar—, le dice al cronista de Zero Hora, quien le explica que no sobrepasó ningún auto y que uno o dos kilómetros atrás había varios carteles que anunciaban que la calzada estaba sin demarcar.
Un suboficial espera en el patrullero Nº 364, patente ERX 840. Allí, le pregunta por radio a otro agente ubicado en un puesto anterior, si el auto había pasado efectivamente en doble línea amarilla. Le contestan que sí. Una coartada que luego usarían con otros automovilistas.
En algunas zonas, la ruta está mal marcada, pero igual se la toma como válida—, explica el policía. Pero la infracción que se le imputó al auto en el que viajaba Clarín no había manera de comprobarla. Esta misma confusión envuelve a muchos otros conductores.
Explica el policía que hay que pagar $276. En portuñol, el cronista brasileño le dice que no tiene dinero y que no cometió la falta. Entonces, el policía empieza a bajar:
—¿A $ 220 llegás?
—¿$ 138 podés pagar?
Le dice que no. Y el agente explica: «si pagás la infracción nadie te podrá imputar otra multa».
—En Entre Ríos, están cubiertos por 24 horas—, afirma.
— Si no querés comprobante de pago podés pagar $ 100—, insiste.
La respuesta sigue siendo «no».
— Tenés que pagar acá, esto se paga acá. Si no, se busca la grúa y el auto queda detenido—, apura.
La ley nacional de tránsito y el decreto Nº 1.962 de Entre Ríos dan la opción de un descargo dentro de los cinco días. El cronista de Zero Hora no accede a la coima y exige boleta por la supuesta infracción. El agente termina haciendo una multa por $ 82,82. Según la boleta, el chofer violó el artículo 40 K, es decir por no llevar puestos los cinturones de seguridad. Otra mentira.
Un piquete de los asambleístas de Gualeguaychú, que protestan por la instalación de las papeleras, obliga al auto de los periodistas a desviarse por la ruta 20 y a abandonar la cuestionada 14.
El sábado 7 de abril a las 8 de la mañana, el colega del diario brasileño, Rodrigo Cavalheiro, empieza su vuelta a Brasil. Y no debió desembolsar arbitrariamente más dinero, porque tenía «la cobertura de 24 horas» que le había prometido el policía que lo había multado antes.
En el KM 139 lo detienen, y al revisarle los papeles le dicen que tiene el seguro vencido. Era falso. Lo hacen ir a un patrullero y le exigen $ 92. Luego bajan a $ 30. Pero Cavelheiro les habla de «la cobertura de las 24 horas». Y el agente entiende: —Bueno, andá. El policía que le había hecho la primera boleta no mentía.
Massuh: “Se adoptarán las más severas sanciones”
En tanto, mediante un comunicado oficial firmado por su titular, comisario general Héctor Massuh, se dispuso «la remoción de los responsables del Puesto Caminero Bella Vista y la iniciación de una investigación de carácter administrativa, quedando a disposición de la Dirección Asuntos Internos de la fuerza y de considerarse el paso a disponibilidad de todo el personal interviniente».
Se acotó allí que «en caso de establecerse responsabilidades de los funcionarios intervinientes en los hechos referidos por la investigación mencionada, se adoptarán las más severas sanciones que amerite la calificación legal de los hechos».- Massuh agregó en el escrito que «si resultare la existencia de hechos ilegales de naturaleza penal, se comunicarán los hechos a las autoridades judiciales competentes, a los fines de que se sustancien las actuaciones que correspondan».-
En la continuidad del comunicado oficial Massuh sostuvo que «también debe tenerse presente, que las sanciones punitivas previstas por la Ley de Tránsito y sus reglamentaciones, contemplan mínimos y máximo de multas, cuya adecuación, resulta factible de modificar los montos de las infracciones, al igual que la posibilidad del reconocimiento voluntario de la falta, como causa de disminución del monto a abonar como así cuando se opta por el pago inmediato en efectivo de la multa. Estas modalidades han dado lugar a un sinnúmero de interpretaciones, que obligan a extremar la atención de los supuestos que puedan presentarse», se agregó. «Ello, en modo alguno, significa dejar de reconocer la minuciosidad del trabajo de investigación de la prensa, a cargo del periodista que ha intervenido, pero sí, dejar clara la necesidad de tomar dicha investigación para profundizarla en el marco de las responsabilidades de los funcionarios públicos y recepcionar las quejas y críticas de la prensa y la sociedad toda, para buscar un mejoramiento del servicio policial», se señaló finalmente.-