Dijo que “hay que revertir la situación de crisis familiar que se vive en la actualidad”. En este aspecto ejemplificó que antes los valores como el trabajo, la responsabilidad, el respeto y la fidelidad se respiraban en el ámbito familiar. “Hoy estos valores se han desacreditado. Los docentes tienen que ayudar a re-evangelizar una cultura que se paganizó”.
El obispo habló de la necesidad de una formación continua de los docentes. “Se necesitan audaces y lúdicos testigos para evangelizar”, solicitó, y sintetizó que la situación de crisis moral que vive la sociedad “es muy seria”.
La tarea en el aula
Siguiendo con el compromiso de los docentes, apuntó que “esta tarea la hacen testigos convencidos. Desde la escuela la evangelización tiene que venir a través de los mismos docentes. Es el testimonio personal de su vida en la tarea intelectual”.
Maulión recalcó que los educadores deben “enseñar a pensar y a descubrir cuál es la riqueza del hombre, de Dios y de las cosas”.
Consideró que los chicos se “están abriendo a la vida con una especie de desconcierto”. En este aspecto opinó que “desde pequeño espontáneamente los niños tienden al bien. Ocurre que la vorágine de toda la sociedad los lleva a la distorsión. Por eso la situación es desconcertante, es un momento crítico, pero también tienen síntomas de que es posible otra cosa”.
Respecto del libro que editó la Conferencia Episcopal Argentina sobre Educación para el amor contó que durante la lectura de esa edición “intentan rescatar la dignidad de la persona humana como ser social”.
La educación que pregona es “en su condición de hijo de Dios, hermano y colaborador de los otros hermanos”. En segundo lugar contó que es una educación que apunta a descubrir la verdad del hombre, de la naturaleza y del cuerpo.
“Esto implica todo un proceso de maduración que no es sólo una actividad sexual aislada, sino una maduración de amor donde se inculca el respeto y el cuidado”, añadió.
Manifestó que quienes serán padres tienen que formarse en el respeto. “La educación para el amor es una educación para la vida. Para ser padre, madre y para formar una familia”, sintetizó el obispo.
La mirada sobre las elecciones
“La agresión nunca puede ser una manera de convivencia social. En este caso la lucha por el poder tiene que estar siempre marcada por valores morales”, dijo monseñor en relación a la campaña política que realizan los candidatos en vistas a las próximas elecciones provinciales.
“Uno espera que todos los candidatos estén haciendo una propuesta clara de lo que quieren hacer en el caso de llegar al poder, sea legislativo o ejecutivo”, dijo, y ejemplificó: “Muchas veces se han hecho cosas que en la campaña no se habían explicitado. Cuestiones como el aborto. No se sabe qué piensan hacer ni qué propuestas hay”, citó.
Maulión recordó a quienes aspiran a ocupar un cargo que “la autoridad está cumpliendo un mandato popular. El pueblo tiene que saber qué es lo que proponen y qué harán si ocupan el cargo. Las propuestas tienen que ser claras. Sobre todo en temas relacionados con la vida como son el trabajo, la educación y la seguridad”.