El objetivo de cortar los puentes, en un principio lo fue para impedir el paso de los materiales a las plantas de celulosa. Ahora y desde hace largo tiempo pero ahora los materiales pasan por Brazil o por agua. En estos momentos, el resultado que tienen los cortes que es perjudicar al pueblo uruguayo. Se intenta a través de estas conductas -con la demagógica anuencia del gobierno argentino- ajustar el torniquete hasta que la ilegítima presión ejercida lleve al Uruguay a acceder -sin tener la necesaria libertad- a lo que se pide. Estas actitudes son típicamente imperialistas y violentas.
Son Imperialistas porque se llevan a cabo a sabiendas que Argentina es geográfica y económicamente mucho más poderoso que Uruguay, y que Uruguay necesita mucho de Argentina y Argentina necesita poco de Uruguay. Valerse de esta situación es tomar actitudes imperialistas, sin importarles las consecuencias que sufran nuestros hermanos, dejando de lado la integración latinoamericana que proclaman a boca de jarro -ya que no saben de que se trata- nuestros gobernantes. No se combate a las políticas imperialistas, con conductas imperialistas.
El imperio no está en Uruguay, como dicen los ambientalistas, las políticas imperialistas y liberales se siguen llevando a cabo en nuestro país y están en el petróleo, la electricidad, las rutas, los bancos, los agentes financieros de las provincias, los trenes y hasta en el agua. Si queremos luchar contra el imperialismo tenemos bastante trabajo en casa y poco en la del vecino.
En vez de cortar los puentes en forma ininterrumpida, ¿por qué no se decide no pedir más crédito al Banco Mundial que financia las plantas?, claro, Argentina necesita del Banco Mundial para la “obra pública” por lo que a ellos no se los puede boicotear.-
El gobierno progresista uruguayo debe ser apoyado y acompañado, y no maltratado con estos cortes por quienes dicen ser de la izquierda política. La política que lleva adelante el gobierno Uruguayo, está en consonancia con los cambios políticos con tintes -por ahora- socialistas que se ven en América Latina con Nicaragua, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Brasil -un poco-, Chile -un poquito, y en las próximas elecciones sin dudas México y Perú. La falta de apoyo y acompañamiento de los países del MERCOSUR, lo obligan a Uruguay a buscar mercados en países como EEUU. Es una oportunidad única esta situación en Latinoamérica, por lo tanto Uruguay debe ser apoyado, comprendidos y acompañados, por los sectores políticos de izquierda y progresistas y no atacados como sucede en el actualidad, sin analizar en su totalidad la situación e inclusive dejando voluntariamente de lado tal análisis para sumarse a una “lucha” contra el “imperio” -que no es tal- resultando ser contradictoria con sus principios.
El gobierno Uruguayo desincentivó la forestación de eucaliptos, gravando con más impuestos esa actividad, dirigiendo la inversión hacia la actividad agrícola pecuaria a la que incentiva, de esta forma, intenta erradicar ese monocultivo que utilizarán las papeleras, mostrando así su congruente conducta ambientalista y progresista.
Es absurdo que Argentina le indique a Uruguay -a nivel país- sobre conductas de protección de los recursos naturales y el medio ambiente, ya que, Uruguay es pionera en ello y a pesar de ser el más débil económicamente, sin duda alguna es el mas fuerte en llevar a cabo sus políticas ambientales y no solo proclamarlas como sucede en Argentina, y ello es público y notorio a poco que examinemos nuestros ríos y los comparemos con los de Uruguay. Ejemplo cabal lo encontramos a poco que miremos el Río de La Plata, es fácil advertir de que lado proviene la contaminación.
Los cortes de puentes internacionales también son violentos, y distan mucho de ser pacíficos como indican quienes lo hacen. Violencia no es solo, pegar, romper o provocar disturbios, violencia también es agraviar al hermano uruguayo y a los argentinos, separando familias, amigos, impidiéndoles el libre transito, el trabajo, el comercio, perjudicando económicamente al puestero, artesano, heladero, el del carrito y demás trabajadores que tienen su fuerte con el turismo del verano; pero por supuesto esto no importa ante la intransigencia de los “ambientalistas” con el corte perpetuo, que no escuchan más razones que las que ellos mismos imponen, y tienen como verdad absoluta la de ellos, llevándolos a actitudes fascistas e irracionales.
Mas violento es cuando pegan carteles en Buenos Aires indicando “uruguay siempre fuiste un traidor” y no hay ninguna respuesta de los asambleístas que se dicen hermanados con los uruguayos, o cuando se habla de contaminación visual, o cuando una señora dice que desde que empezaron a construir la torre a su hija no le viene más la menstruación, o cuando los chicos dibujan peces con dos cabezas, o cuando se intima a cortar relaciones diplomáticas con Uruguay -paso previo a la guerra-, o que busquen el apoyo de la CGT de Moyano intentando a cualquier precio incrementar el número de “adherentes” a su lucha sin importarles su convencimiento ni mucho menos su prontuario, y otras cosas de ese nivel de absurdidad que está instalado en muchos asambleístas. Todo esto, además de violentar y provocar, hacen perder seriedad a sus planteos.
El reciente fallo de La Haya es mal entendido por los “ambientalistas”. Estos sostienen que ese fallo les permite cortar los puentes internacionales fronterizos con Uruguay; esto es absolutamente falso. Este fallo en modo alguno reconoce tal derecho, por el contrario determina el derecho de Uruguay a acudir a esa corte y plantear en cualquier momento otra medida cautelar en igual sentido, rechazando la planteada al no verificar la Corte el perjuicio denunciado por el Uruguay al existir solo un paso fronterizo bloqueado en forma permanente. Cabría preguntarse cual sería la resolución si Uruguay plantea idéntica medida cautelar con los tres pasos fronterizos bloqueados.
No puede escapar al análisis de la situación, y es una verdad absoluta, que toda la industria contamina, pero también que los avances tecnológicos permiten que se contamine menos y que sea ambientalmente sustentable ese progreso industrial. En estos tiempos no podemos retroceder tecnológicamente, se debe avanzar en la nueva tecnología que lleve a disminuir la contaminación que generan las industrias para llevar adelante un progreso ambientalmente sustentable, y en este aspecto resulta ser mas confiable que el gobierno progresista Uruguayo controle la contaminación de las papeleras, a que lo haga el gobierno liberal Argentino, que poco le importa el cuidado del medio ambiente si no da votos, y que además no tiene políticas ambientales en tal sentido con las consecuencias que todos conocemos.
El discurso que baja desde los asambleístas abocados a cortar los pasos fronterizos con Uruguay, indica que el consenso de la sociedad es unánime con esta lucha, o sea que todos piensan igual que ellos. Esto no es así de modo alguno, gran parte de la sociedad por supuesto que no está de acuerdo con la contaminación pero tampoco con ese tipo de lucha. El que no piensa igual que ellos pasa a ser automáticamente traidor, marica, agente de la CIA, o cualquier otro adjetivo que lo descalifique. Entiendo que no pueden demostrar tal conducta intolerante personas que se demuestran democráticas y ambientalistas, como así tampoco sostener que si el fallo de La Haya no los favorece no lo acatan. Son por ratos anarquistas y por ratos democráticos, o sea contradictorios según sus conveniencias.
Cortar el paso fronterizo de Concordia – Salto es aún más agraviante y violento porque se está separando familias, amigos, etc. Concordia y Salto son mucho más que dos ciudades cercanas que pertenecen a países distintos, son casi una misma cosa, existen familias, amistades, parejas, matrimonios, y trabajadores que se dividen entre Salto y Concordia, sabiendo que tal división no existe. Cortar ese paso es separar una misma ciudad, salvo el fútbol, todo lo demás nos une, por lo tanto, no puede llevar una protesta a tanta violencia sin analizar o sin importarles todo esto, solo porque hay vía libre desde el gobierno para cortar los puentes, vía libre para llevar adelante un acto ilícito, que lo único que genera es mas irritación y angustia.
Debemos parar esta escalada de violencia y provocaciones, debemos reflexionar sobre las consecuencias de los cortes que en nada perjudican a Botnia y provocan un serio perjuicio y un enfrentamiento con nuestros hermanos, así no se combate al Imperialismo y quizás les estemos dando pasto a las fieras con estas conductas.
Esa muletilla del Presidente de Venezuela, Chavez Frias “Atento, Atento, Atento que camina la espada de Bolivar por America Latina”, pareciera ser que por Argentina no pasa.
A la espera, por un lado de los agravios que sin dudas recibiré de quienes no pueden concebir que alguien piense distinto y peor aún que lo de a conocer, pero también a la espera que comencemos a reflexionar más en profundidad sobre el verdadero resultado de estos cortes poniendo sobre la mesa la hermandad, unión y progreso Latinoamérica, dejo a su consideración estas líneas”.