En los fundamentos de la demanda, los abogados patrocinantes de Larrocca, César Vila y Ricardo Chiarappa, apuntan en primer lugar contra la FIA debido a que “cumplió un lamentable desempeño al formular una falaz y calumniosa denuncia, plaga de errores, fundada en datos incorrectos y absurdos, denuncia temeraria y absurda, motivada más en la necesidad de lograr algún tipo de protagonismo mediático y político”. Además, tacharon a la FIA de “inconstitucional”.
En segundo término, los letrados acusan al juez instructor de accionar en forma “arbitraria” e “ilegítima”. Para sustentar la acusación, se basaron en la resolución dictada por la Sala en los Penal de la Cámara de Apelaciones de Concepción de Uruguay. El tribunal de alzada, al dictar el sobreseimiento, hizo hincapié en la “defectuosa valoración de la prueba” y en la “ponderación del principio de inocencia”. Los abogados entienden que la conducta del juez genera responsabilidad estatal.
La denuncia de la FIA se basaba en la supuesta sustracción de los subsidios recibidos del Estado, las obras del estadio no realizadas y el no ingreso a las arcas de la Liga de los importes de los préstamos otorgados y percibidos en efectivo por los denunciados.
El juez Carbonell, en primera instancia, decidió procesar a Larrocca y Urribarri por los delitos de “Administración Fraudulenta y Fraude en Perjuicio de la Administración Pública en Concurso Real”. Pero, posteriormente, debido a la intervención de la Cámara de Apelaciones, revirtió su decisión y dictó el sobreseimiento. “Ese es el momento en que se consolida el daño y nace la pretensión resarcitoria. No caben dudas que el accionar del órgano jurisdiccional provocó graves daños en la esfera patrimonial, psicofísica, moral, familiar y en la vida de relación de Larrocca”, destaca el escrito.
Larrocca siempre sostuvo, y así lo expresa la denuncia, que el dinero recibido sirvió para paliar el déficit de los campeonatos locales de fútbol, los gastos generados por la participación del Club Ferrocarril en el Argentino A (comidas, médicos, traslados, concentraciones, sueldos), mejoras en la cancha del Club Libertad (tribuna sur, alambrado olímpico, arreglos en sanitarios y desagües), la llegada de jugadores foráneos y la iniciación de las obras del estadio.
En otro de los párrafos, se hace referencia al ex-titular de la FIA, Oscar Rovira, haciendo hincapié en que fue integrante de la Sala Laboral de la Cámara de Apelaciones de Concordia y se trata de un destacado profesional. “Quien debió actuar con mayor prudencia y mesura frente a los graves cargos que formuló en su denuncia”, dice.