El proyecto, viejo reclamo de los trabajadores del Estado, estaba demorado en distintas redacciones que se le fueron dando en cada una de las cámaras desde principios de la presente gestión de Jorge Busti. Tuvo una versión en Diputados; luego, en su paso por el Senado, tuvo una serie de modificaciones propiciadas por ATE; y ahora vuelve a la Cámara baja, cuerpo en el que la bancada mayoritaria desistió de insistir con el proyecto original.
Es así que hoy, finalmente, quedará convertido en ley en una votación que no tendría disidencias ya que el texto recoge propuestas formuladas por las bancadas opositoras.
El organismo de aplicación de la ley será un tribunal conformado por representantes gremiales y por miembros designados por el Ejecutivo, con acuerdo del Senado que durarán seis años en sus cargos.
La nueva norma ordenará, por otro lado, el cumplimiento de un precepto constitucional que se vincula con la creación de los Tribunales Administrativos: el Jurado de Concursos y el Tribunal de Disciplina, organismos que integrarán a trabajadores elegidos por el voto directo y secreto de sus pares.