Siete grupos habían comprado pliegos para participar de la puja por el servicio de El Gran Capitan -tal el nombre que le dio a la ex Línea Urquiza su actual operador-, pero finalmente dos de ellos se unieron para hacer una oferta conjunta. Entre los interesados que habían adquirido pliego eran mayoría los operadores de servicio de micros, en competencia con esa línea ferroviaria, y otros concesionarios de trenes del servicio de transporte de pasajeros.
La concesionaria actual cuenta sólo con una autorización del Gobierno de Corrientes para operar este servicio, que viene prestando desde septiembre de 2003 con inconvenientes, debido a fundamentalmente al estado de las vías que están concesionadas a la brasileña ALL para el servicio de cargas.
Causó sorpresa que la compañía ALL, que acumula un sinnúmero de cuestionamientos por la falta de inversiones y mantenimiento e incluso fue fuertemente objetada por la Auditoria General de la Nación, que solicitó que se le rescindiera su contrato como operador de cargas, esté ahora interesada por un servicio que permanentemente sufrió postergaciones en su línea. Seguramente el mayor interés radica en el millonario aporte que el Estado realizará para mejorar la infraestructura que esta misma compañía descuidó.