¡¡¡JA, JA!!!
Autora: María Irigaray Bradanini
Una muchacha había una vez,
con boca enorme y pequeños pies,
las uñas largas como su cuello,
da risa recordar aquello.
A la calle, poco salía,
pues, todo el mundo se le reía.
Mirá que cuello, es una jirafa
decía el niño que usaba gafas.
Tragaba tanto aire al bostezar,
que los de al lado
no podía ni respirar.
Sus uñas largas ella lucía,
y en la casa nada hacía,
su cuello largo muy adornado
con una hermoso collar dorado.
Y entre las burlas
llega el final,
la vió Pancho Dotto
y ahora es una modelo profesional.
***
Pancracio Eusmacio
Autora: Camila
Se llama Pancracio Eusmacio,
su característica muy destacada
era que tenía un ojo superlativo,
era tan grande que no entraba
ni en una cueva del Río Nilo.
Tenía un cuerpo muy grande
y no tenía ningún amigo en el mundo
porque cuando iban a conocerlo
él les pegaba con su gran trasero.
Pobre Pancracio Eusmacio
hasta su mamá se había ido,
porque ni en las casa entraba su tío.
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Durly
Autor: Guido Delaloye
Érase un hombre a unas orejas pegado
Érase unas orejas superlativas
Érase una enredadera infinita
Érase un conejo mal formado.
Érase unos gusanos en su hábitat
Érase unos árboles mal colocados
Érase unos fideos retorcidos
Érase unos edificios mal encajados.
Érase un grano en el mundo
Érase las Torres Gemelas
De tan orejudo que era.
Érase unos colectivos sin fin
Ultra orejudo y dientón
Érase mocos pegados a un gran corazón.
***
El Hombre de la nariz
Érase una nariz
pegada a un hombre
Érase una nariz gigante
Érase un balón de rugby
Érase una nariz ballena.
***
Pancracio Rodríguez
Autor: Renzo
Érase un hombre de gran frente.
Es más parecía, parecía una frente
con un hombre detrás.
Se lo conocía como
El hombre de la frente.
Era como un cíclope
con su gran frente
y sus ojos pequeños
con cara de enojado.
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Mister orejas
Autora: Giuli
Era un hombre
que con las orejas volaba.
Sus orejas en el suelo arrastraba.
Eran tan enormes
que de túnicas las usaba.
Cuando dormía
Mantas no necesitaba.
Eran super orejas
con una moneda de cara.
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Sancho Panza
Autores: Facu y Ale Dolhagarats
Érase un hombre
A una panza pegado.
Érase un globo terráqueo
mal ubicado.
Érase una pelota
de fútbol sin patadas.
Érase mil bichos bolitas
Todos juntos y apretados.
Érase la copa del un árbol
redonda y blanda
mecida por el viento.
Érase una naranja
Jugosa y poceada
que espera ser apretada.
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