“El TC es una categoría que tiene mayores exigencias para los autódromos por el tipo de auto grandes que tienen y la cantidad de público que traen”, indicó Morier. Las autoridades del AutoMotoClub deben obtener la aprobación de la ACTC y luego de la CDA (Comisión Deportiva Automovilística)”. Ésta última entidad acordó venir la próxima semana a inspeccionar el autódromo. “Pero ya anticiparon que si la ACTC no tenía inconvenientes, seguramente ellos tampoco iban a tenerlo”, expresó.
Morier confesó que debieron “bregar mucho detrás de la gente de la ACTC”. Hubo varias promesas de parte de la entidad de venir a Concordia. “La última había sido el martes (4 de julio) que no vinieron y decidimos directamente ir a ver al responsable que estaba en Paraná”, expresó.
Morier viajó acompañado por el ingeniero a cargo del proyecto. “Le llevamos un proyecto nuevo, cuando se lo mostramos quedó encantado y nos dio amplio apoyo”, dijo. Añadió que ahora hay entusiasmo en el seno de la ACTC para que se culmine el proyecto. “Lo que necesitábamos tener, ya lo tenemos que es la conformidad absoluta de la ACTC”, añadió. Restan únicamente la firma de los responsables de la Asociación.
Morier confirmó que, posteriormente a la presentación del proyecto, el gobierno provincial se encargará de llamar a licitación para que comiencen las obras.
“Antes a nosotros nos decía la gente de la ACTC que teníamos muy poco espacio (60 has.) más un agregado de 30 has. más que nos dio la municipalidad”, recordó. Las autoridades de la entidad rectora del TC comparaban el terreno con el circuito de Olavarría (pcia. de Buenos Aires), que se asienta sobre 200 has.
Pero la visión de la entidad que preside Oscar Aventín “cambió totalmente”. “Ellos opinan que el problema en Olavarría es que los autos están tan lejos del público y se ven tan poco que a la gente no le gusta ir a verlo”, expresó.
Pero lo que hasta ese momento era una desventaja, de repente se convirtió en una oportunidad. La preferencia ahora se inclina por escenarios donde la gente esté en cercanías de la pista. “Les gusta nuestro autódromo, les gusta que el espacio sea reducido, les gusta el nuevo diseño de la traza para comprimir todo pero con curvas rápidas, no con curvas lentas”, añadió.
“Traigan la gente al borde del circuito, hagan buenos paredones, taludes, que a la gente les gusta eso”, les aconsejaron. Aunque tanta cercanía con la pista puede incrementar el riesgo para los espectadores, Morier se encargó de conjurar esa posibilidad. “La seguridad es lo principal, nadie quiere accidentes, porque no queremos que nadie se lastime ni las consecuencias que eso trae”, sostuvo.
