Picolotti defendió la postura argentina en La Haya en la Corte Internacional de Justicia, a principios de junio, donde explicó los serios perjuicios que podría provocar al medio ambiente la construcción de las dos pasteras de Fray Bentos, Uruguay.
La designada secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable es graduada de la Universidad Nacional de Córdoba, obtuvo un master en Derecho Internacional en Estados Unidos y trabajó con organismos internacionales como la ONU y la OEA en derechos humanos.
La abogada de 35 años fue nombrada frente a la Secretaría de Ambiente el miércoles pasado por el presidente Néstor Kirchner luego de que el diputado socialista Héctor Polino, declinara el cargo tras consultas con sus copartidarios.
Picolotti, al enterarse de su designación el miércoles de la semana pasada, dijo sentirse «honrada» por haber sido convocada y enseguida advirtió que en materia de cuidado del ambiente «no hay soluciones mágicas» y que hace falta que «haya continuidad en la política» a seguir.
El Gobierno nacional necesita mostrar resultados en el menor tiempo posible, porque hace casi dos meses, en los momentos más ríspidos entre Argentina y Uruguay, el presidente Néstor Kirchner prometió que el cuidado del agua, el aire y la tierra iban a ser políticas de Estado. El caso testigo, por el alto grado de contaminación que afecta a más de 4 millones de personas es el de la cuenca Matanza-Riachuelo.
Técnicos del Ministerio de Planificación, de la Secretaría de Medio Ambiente, de la Jefatura de Gabinete, de la provincia y la Ciudad de Buenos Aires trabajando para aprontar los proyectos necesarios y la legislación adecuada que permitan que en un plazo razonable se pueda limpiar el Riachuelo.