El ladrón que no para más

América Latina es la región más desigual del mundo, el cinco por ciento de su población con altos ingresos es la más rica del planeta concentrándose en este grupo el 25% del ingreso nacional. El 30% constituye la población más pobre posee el siete y medio por ciento lo que representa la brecha social más grande en comparación al resto de los países del mundo.

El 44% de los latinoamericanos está en la línea de pobreza uno de cada dos es pobre. El desempleo afecta en mayor medida a los jóvenes sector donde hay un gigantesco desempleo y que además está excluido del sistema educativo. En América Latina 83 millones de niños viven bajo extrema pobreza y un 30% de ellos están desamparados y durmiendo en las calles sin familia.

Un continente rico con un pueblo maravillosamente digno por que debe someterse a la injusticia de la pobreza el desempleo, las enfermedades y la destrucción de la familia.

Después del poder imperialista están los malos y corruptos gobernantes como principales responsables de estas desgracias.

La corrupción campeó en los gobiernos latinoamericanos donde ha reinado la impunidad. Muchas veces ha campeado el autoritarismo como en los tiempos de las dictaduras, en otras oportunidades los regímenes de gobierno han mantenido tensas las relaciones con ciertos medios de comunicación en el afán de callar las críticas o las denuncias de corrupción.

En todas las oportunidades han contado con poblaciones que están desinformadas desconocen la verdad de los hechos, y sectores sumamente ignorantes que desconocen que la corrupción es uno de los principales factores de las actuales crisis económicas.

El 6 del 6 del 2006 parecería haber sido el día tan nefasto y temido por muchos creyentes para un ex presidente Latinoamericano de estos corruptos que ya conforman una larga lista de “anticristos”.

Se trata del ex presidente paraguayo González Macchi quien fue condenado por la justicia a seis años de penitenciaría, por instigar al robo de 16 millones de dólares en su país.

El ex presidente de la República del Paraguay, Luis Angel González Macchi fue condenado a seis años de cárcel por instigar el desvío de los 16 millones de dólares de los bancos Unión y Oriental. La pena deberá ser cumplida en el penal de Tacumbú, una vez firme la sentencia.

El Tribunal de Sentencia integrado por Sandra Farías, Miguel Said y Gustavo Amarilla dio a conocer la decisión unánime del colegiado, de declarar al ex mandatario culpable del delito de instigación a la lesión de confianza.

Durante la exposición de motivos, Farías citó los testimonios producidos en juicio que permitieron concluir que tanto González Macchi como su entorno familiar, su padre Saúl González y sus hermanos José Ignacio González Macchi, estaban en conocimiento del ilícito.

En ocasión de formular sus alegatos finales, la fiscal Victoria Acuña solicitó al Tribunal que condene al ex presidente a 10 años de cárcel, la máxima pena prevista para el delito de lesión de confianza.

En una encendida exposición de más de cuatro horas, el abogado defensor José Ignacio González Macchi sostuvo que su hermano no tuvo participación en la confabulación para el robo a los bancos en liquidación y que ni siquiera se enteró de lo ocurrido, hasta que se hizo público a través de nuestro diario.

Si bien admitió la existencia de una amistad entre Ramón Guillén y el ex mandatario, sostuvo que este vínculo de ninguna manera autorizaba al primero a realizar gestiones a nombre del Gobierno. Al respecto, afirmó que no existe ningún documento firmado por su hermano que otorgue dicha representación a Guillén.

El primer juicio realizado por el desvío de los 16 millones de dólares culminó con la condena de cinco de los seis acusados, fallo que a la fecha se encuentra firme. El ex director del Banco Central del Paraguay, Julio González Ugarte está considerado el “cerebro” de la operación ilegal, recibió la pena más elevada, de 10 años de cárcel.

Asimismo, el ex superintendente de bancos Carlos Pecci fue condenado a ocho años de prisión, la ex liquidadora del Banco Oriental Valeria Ortiz de Esteche y el presidente de la Fundación Humanitaria Paraguay Juan Rodríguez Leith fueron condenados a cuatro años en cárcel y el asesor financiero Ramón Guillén, a tres años y ocho meses de reclusión.

“No creemos que no haya tenido conocimiento; es imposible”, afirmó el juez Gustavo Amarilla Arnica, al resaltar la contundencia de las pruebas que incriminan al ex mandatario Luis Angel González Macchi en el desvío.

Bueno por lo menos los paraguayos llegaron hasta un ex presidente, un ex director del Banco Central, y entorno familiar.

Aquí se robaron varios bancos y sólo están detenidos los Peirano.

¿Y los ex presidentes y ex directores del Banco Central?

¿No sabían nada?

Muchos uruguayos no sabían y muchos otros ya se han olvidado que el gobierno progresista en su campaña electoral prometió entre otras cosas realizar auditorías en toda la administración pública.

En base a los resultados o bien no hubo el menor ilícito, la más mínima ilegalidad, un solo error siquiera.

O bien en este tema también hay, “hay que darle tiempo al gobierno”, o en cambio habría que comenzar a pensar que no nos dejaron ninguna “herencia maldita”.

Mucho se habla y mucho se ha oído de que los uruguayos somos diferentes al resto de los pueblos de América Latina.
Hasta en los casos de las violaciones a los derechos humanos, es la justicia de otros países, como Chile y posiblemente Argentina las que tengan que reivindicar a los torturados, asesinados y desaparecidos uruguayos.
Pudiera ser también entonces que en los casos de corrupción económica y política, algún día pase algo parecido y entonces los ladrones de bancos sean extraditados a otros países.

Así pues somos al parecer los uruguayos tan distintos a los demás pueblos de nuestro continente que no tenemos indígenas y muy pocos orientales saben que es por que se les asesinó a todos.

Que no teníamos desaparecidos en nuestro territorio ni torturados ni asesinado con un tiro de gracia hasta que pudimos entrar a los cuarteles sin capucha. Y entonces cuando la televisión valientemente mostró los huesos humanos, los cráneos con los impactos de bala, entonces la sociedad uruguaya tuvo la tranquilidad moral que en este país hubo tortura, asesinatos y desapariciones. Ahora falta un pasito más no menos importante que es reconocer cuando un general así lo declare que detrás de las violaciones de derechos humanos estuvieron las Fuerzas Conjuntas.

Como somos el país más destacado del mundo en el cuidado del medio ambiente “Uruguay Natural” con las plantas de celulosa más grande del mundo.

La lista de ex presidentes corruptos de América Latina es bien abundante sin que nosotros aportemos uno solo ni dictadores ni demócratas. Vale la pena igualmente recordar algunos de estos corruptos aunque sean extranjeros.

Fernando Collor de Mello, Presidente de Brasil, de 1990 a 1992.

En septiembre de 1992 fue acusado de complicidad en corrupción, tráfico de influencias y extorsión a empresarios. Tras agotar todos los mecanismos para mantenerse en el poder, renunció a la Presidencia antes de ser destituido por el Senado.

Carlos Andrés Pérez Presidente de Venezuela de1974 a1979, y de 1989 al ‘93.

Terminó abruptamente su segundo período en la presidencia al ser destituido para ser juzgado por delitos de corrupción. Condenado a 28 meses de arresto domiciliario por malversación de fondos y peculado, recuperó su libertad en septiembre de 1996 y se encuentra asilado en República Dominicana.

Jorge Serrano Elías Presidente de Guatemala de 1991 a 1993.

Prófugo de la justicia guatemalteca después de un fallido auto golpe que ocurrió en medio de acusaciones de enriquecimiento ilícito, peculado, malversación, fraude, usurpación de funciones, apropiación y retención indebido de fondos del Estado, incluyendo la utilización de los gastos confidenciales de una partida a su disposición que en ocasiones llegaba a un poco más del millón de dólares al mes; y su involucramiento en sistemas ilegales de compras públicas, que pudieran haber alterado, sobre todo en aspectos de salud, los abastecimientos de los hospitales. Ha vivido como empresario exiliado en Panamá; autoridades allá han rechazado los pedidos de extradición presentados por Guatemala.

Alfredo Cristiani, Presidente de El Salvador, de 1989 a 1994.

Ocultó y nunca admitió cuál fue el paradero de un informe sobre una investigación de más de 100 casos de corrupción en su gobierno, realizada por una comisión presidencial. Continúa siendo uno de los hombres con mayor influencia política y económica en El Salvador. Es líder político del partido ARENA. Cabeza de un grupo económico cuyos miembros han sido acusados de beneficiarse de las privatizaciones de entidades gubernamentales, principalmente la de los bancos, y de ser responsables de otros delitos de “cuello blanco”. La mayoría de estas acusaciones permanecen sin investigarse y en la impunidad debido al encubrimiento de su partido, que ha controlado el gobierno desde 1989 hasta la fecha.

Rafael Callejas, Presidente de Honduras de 1990 a 1994.

Altos funcionarios de su gobierno fueron procesados en 1995 por su vinculación con el tráfico de pasaportes oficiales, y otros fueron acusados por el desvío de millonarias cantidades de dinero del Fondo de Estabilización Petrolera a la partida confidencial de casa presidencial. La Suprema Corte revocó la inmunidad del ex presidente Callejas para que declarara sobre falsificación de documentos y apropiación de fondos públicos. Las denuncias en contra de él permanecen en la impunidad.

Carlos Salinas de Gortari, Presidente de México de 1988 a1994.

Salinas desapareció del país en medio de graves acusaciones de corrupción como el blanqueo de dinero, enriquecimiento inexplicable, y entre otras, de fraude electoral y hasta por conspiraciones para cometer asesinatos. Otro factor que precipitó su salida fue la detención de su hermano Raúl Salinas por corrupción y asesinato.

Joaquín Balaguer Presidente de la República Dominicana de 1966 a 1970; de 1970 a 1974; de 1974 a 1978; de 1986 a 1990; de 1990 a 1994; y de 1994 a 1996.

Sus administraciones son recordadas por la represión, la corrupción y el fraude electoral al que se atribuyen los 28 años que controló la presidencia. La declaración de anormalidades en el escrutinio de votos de 1994 resultó en enmiendas a la constitución que permitieron una nueva elección en 2 años que él perdió.

Ernesto Zedillo, Presidente de México de 1994 a 2000.

Considerado por muchos como la persona que más ha endeudado a México, está señalado por organizar el rescate bancario, considerado como el mayor fraude en la historia del país y una posible fuente de recursos para su campaña, y entre otros casos, por su involucramiento en el presunto desvío de mil millones de pesos dentro de PEMEX para beneficiar la campaña 2000 del ex candidato del PRI a la Presidencia, Francisco Labastida. El gobierno investiga también la gestión de Zedillo, especialmente de su último año, la de sus ex funcionarios y aún de sus hermanos y familiares, ya que se rumora que se enriquecieron al amparo del poder público. Zedillo fue el último presidente de PRI, partido que controló el poder ejecutivo por siete décadas.

Ernesto Samper, Presidente de Colombia de1994 a 1998.

Fue acusado de haber recibido del cártel de Cali al menos cuatro millones de dólares para financiar su campaña electoral. El “narcoescándalo” llegó al Congreso, que inició una investigación pero que finalmente exoneró con 111 votos, la mayoría de congresistas de su partido de toda culpa a Samper de los cargos de enriquecimiento ilícito, falsedad, fraude electoral y encubrimiento.

Alberto Dahik Garzón, Vicepresidente de Ecuador de 1992 a 1996.

En 1995, fue acusado de malversación de fondos del Estado, abandonó el país tras ser absuelto y recibió asiló político en Costa Rica, donde aún permanece. Precisamente el mismo día en que abandonó a Ecuador, la Corte Suprema de Justicia le dictó auto de prisión por mal uso de los gastos reservados.

Abdalá Bucaram, Presidente de Ecuador de 1996 a 1997.

En medio de una protesta generalizada, fue destituido el 6 de febrero 1997 por el Parlamento al ser declarada su incapacidad mental para gobernar. Huyó a Panamá donde pidió y recibió asilo político; meses más tarde la Corte Suprema de Justicia de Ecuador ratificó una orden de prisión contra Bucaram. A este ex mandatario se le tramitan seis causas y está involucrado en cinco juicios penales, por delitos de malversación de fondos relacionadas a irregularidades en el contrato para un programa de ayuda a los estudiantes y en el manejo de las aduanas, peculado y enriquecimiento ilícito.

Fabian Alarcón Rivera, Presidente Interino de Ecuador 11 de febrero de 1997 al 10 de agosto de 1998.

La Comisión Anticorrupción encontró que 2.089 personas fueron contratadas irregularmente en el Congreso, mientras Fabian Alarcón era su presidente. Estas personas nunca cumplieron labores en el Congreso pero sí cobraron sus salarios durante el período de 1995 a 1998. El perjuicio al Estado alcanzó la suma de 32 mil millones de sucres. La Corte Suprema de Justicia ordenó la detención preventiva del ex Presidente Interino Alarcón en marzo de 1998, habiendo permanecido en esa condición durante seis meses, pero recuperó su libertad al amparo del informe de la Contraloría que le liberó de responsabilidades. Como el juicio subió hasta la etapa sumarial y del plenario, ahora la ley le impide a Fabián Alarcón ser candidato a cargos públicos.

Raúl Cubas, Presidente de Paraguay de 1998 a 1999.

Durante una insurrección popular en marzo 1999, desatada por el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, la Cámara de Diputados aprobó por mayoría de dos tercios iniciar el juicio político en el Senado al presidente Cubas por “mal desempeño de sus funciones”. Pocos días después la Fiscalía General lo denunció por el uso ilegal de fondos públicos para financiar una campaña de agitación y la retirada de 700.000 dólares del Banco Nacional de Fomento y su transferencia a la Presidencia de la República en los días previos a la dimisión y partida de Cubas hacia Brasil. En febrero 2002 regresó a su país.

Leonel Fernández, Presidente República Dominicana de 1996 a 2000.

Unos 25 ex funcionarios de su administración han sido sometidos a la justicia acusados de corrupción; 4 recibieron sentencias de prisión. Entre los casos en los cuales está implicado el mandatario se encuentra una malversación millonaria a través del Programa Eventual Mínimo de Empleos y en torno a una cuenta especial, utilizada durante su gestión para la reparación y reconstrucción de obras prioritarias, luego del paso del huracán Georges en 1998. En una encuesta sobre la corrupción dominicana, publicada en agosto 1999, el 61% consideraron que en su gobierno existía igual o más corrupción que en la anterior.

Jamil Mahuad, Presidente de Ecuador de 1998 a 2000.

Fue involucrado en muchos casos de corrupción que incitaron protestas masivas y su huida del país en enero 2000. El 13 de julio la Corte Suprema de Justicia de Ecuador dictó una orden de prisión en contra Mahuad acusándolo de “malos manejos administrativos” en referencia a los decretos de congelación de depósitos bancarios y de dolarización de la economía. Mahuad buscó la embajada de Chile para refugiarse y terminó saliendo a Estados Unidos, donde se mantiene como catedrático de Harvard.

Alberto Fujimori, Presidente de Perú de 1990 a 2000.

En noviembre 2000 fue destituido por incapacidad moral por el Congreso peruano, después de huir del país y renunciar a la presidencia desde Japón, en medio de masivas protestas de varios millones de peruanos que terminaron por bloquear su régimen caracterizado por la gigantesca corrupción, cuyas manifestaciones continúan revelándose. Los sobornos que ejercía su Asesor de Seguridad, Vladimiro Mortecinos, han superado cualquier otro antecedente de corrupción en la región.

Juan Carlos Wasmosy, Presidente de Paraguay de 1993 a 1998.

En abril 2002 fue condenado a cuatro años de prisión por el auxilio financiero de 42.500 millones de guaraníes otorgados ilegalmente al Banco de Desarrollo en julio de 1996. También ha sido acusado de involucramiento en otros casos de corrupción, como las operaciones “fraudulentas” vinculadas con la construcción de la represa de Itaipú, la mayor central hidroeléctrica del mundo.

Hugo Banzer, Presidente de Bolivia de 1997 a 2001.

En julio de 2003 la Fiscalía General investigaba a Noboa y a dos ex ministros de economía por incurrir presuntamente en el delito de peculado o uso fraudulento de los recursos estatales, al aprobar la utilización ilegal de una porción de títulos de la deuda externa con un valor nominal de 126 millones de dólares para inyectar capital a los bancos del Pacífico y Filanbanco. El ente solicitó a la Corte Suprema de Justicia que ordene la prisión preventiva del ex presidente, quien pidió y en agosto 2003 recibió asilo político de la República Dominicana.

Carlos Saúl Menem, Presidente de Argentina de 1989 a 1999.

Actualmente procesado como presunto jefe de una “asociación ilícita” que vendió armas a Ecuador y Croacia. Casi 50 ex funcionarios de su administración han sido vinculados en casos de corrupción y muchos argentinos y observadores internacionales lo responsabilizan de haber iniciado el proceso que llevó el país a la bancarrota, al aumentar enormemente el gasto público durante su último año en el gobierno.

Arnoldo Alemán, Presidente de Nicaragua de 1997 a 2002.

Fue desaforado el 12 de diciembre/2002 por una mayoría de 47 miembros de la Asamblea Nacional, lo que abrió las puertas a un inminente juicio por delitos de lavado de dinero, malversación de caudales públicos, peculado, fraude al Estado y asociación para delinquir. En mayo 2003, una jueza decidió unificarlos en un solo juicio. Alemán está bajo arresto domiciliario y retención migratoria.

Luis González Macchi Presidente de Paraguay de 1998 a 2003.

El 23 enero de 2003 la Cámara de Senadores inició su juicio político por mal desempeño de funciones y delitos comunes. Los diputados acusaron al primer mandatario de corrupto e incapaz y pidieron su destitución. Además señalaron que es responsable de la calamitosa situación social que vive el país, de las torturas a Juan Arrom y Anuncio Martí, del desvío de los 16 millones de dólares de bancos en liquidación, de las irregularidades en el proceso de privatización de Copaco y de negarse a informar al Congreso. Por una decisión política, el Senado lo exoneró de los cargos. Sin embargo, el día que dejó el mando, el 14 de agosto 2003, un juez prohibió a González Macchi salir del país ya que se iniciaría un juicio en su contra por ese caso corrupción. Ahora juzgado y condenado a prisión.

Alfonso Portillo, ex Presidente de Guatemala.

En marzo 2002, Portillo y su vice presidente, junto a otros dos altos funcionarios del Ejecutivo, fueron implicados en la apertura de 13 cuentas bancarias y 4 empresas “de cartón”, en Panamá, que según versiones periodísticas, utilizarían para trasladar fondos públicos. Desde que asumió la presidencia, su gobierno ha sido cuestionado en por lo menos diez graves casos relacionados con anomalías que suman casi tres mil millones de quetzales; sin incluir otros escándalos, como el caso de las cuentas en Panamá. En mayo de 2003 un nueva caso saltó a la luz pública, el desvío de unos 65 millones de dólares del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social de un fideicomiso constituido para la construcción de viviendas para trabajadores. En agosto de 2003 habían 7 procesos que se ventilaban en el Congreso con el propósito de retirar la inmunidad del mandatario

Juan Francisco Reyes López, ex Vice Presidente de Guatemala.

También vinculado a lavado de dinero en Panamá y a otros casos de corrupción, está acusado de ocupar la imprenta estatal para publicar folletos que desprestigiaban al presidente de la Cámara de Comercio, Jorge Briz, quien ha criticado duramente la corrupción e impunidad gubernamental. Varios testigos sobre el caso de la Tipografía Nacional han sido amenazados; unos tuvieron que huir del país y uno fue asesinado.

Mireya Moscoso, ex Presidenta de Panamá.

El régimen de Moscoso ha estado marcado por la corrupción rampante. Más recientemente esto ha incluido sobornos para la aprobación legislativa de nombramientos, de dos personas de reputación dudosa y con nexos en actos corruptos, a la Corte Suprema y para la aprobación del Centro Multimodal, Industrial y de Servicios y de ocultar los casos destacados en un informe de la Comisión Presidencial contra la Corrupción. Durante su régimen, 90 de los 200 periodistas activos han enfrentado injustas querellas acusados por difamación y calumnia, ataques verbales e intentos legislativos intimidatorios, la mayoría por haber reportado la conducta no ética y la corrupción de funcionarios y empresarios cercanos a la presidenta. Aunque ella aprobó una ley de acceso a la información en enero 2002, es criticada por no aplicarla.

Gustavo Noboa, Presidente de Ecuador desde 2000 a 2003.

En julio de 2003 la Fiscalía General investigaba a Noboa y a dos ex ministros de economía por incurrir presuntamente en el delito de peculado al aprobar la utilización ilegal de una porción de títulos de la deuda externa con un valor nominal de 126 millones de dólares para inyectar capital a los bancos del Pacífico y Filanbanco. El ente solicitó a la Corte Suprema de Justicia que ordene la prisión preventiva del ex presidente, quien pidió y en agosto 2003 recibió asilo político de la República Dominicana.

Esta lista es bastante incompleta y anticuada los datos recientes hablan de 33 ex presidentes contemporáneos acusados de corrupción, de derechas, izquierdas y centro.

Salvo que verlos así juntos a unos cuantos sirve para hacerse una mejor idea de hasta donde llega la “cangrena”.

Posiblemente a nadie escape en Latinoamérica la calumniosa invención de la Administración Norteamericana a través de la Revista Forbes sobre la supuesta fortuna del presidente cubano Fidel Castro.

Los principales medios de comunicación del mundo así los difundieron sin exigir una sola prueba, sin poner una sola duda en su veracidad.

Esos mismos periódicos diarios y canales de televisión capitalistas cuyos propietarios quisieran que en Cuba pronto haya un régimen democrático capitalista como los de los países donde los presidentes se enriquezcan con los dineros públicos, fragüen resultados electorales, violen los derechos humanos, compren con dinero a políticos y periodistas e intelectuales para que callen, oculten o desinformen a sus pueblos.

El 6 del mes 6 del año 2006 en Paraguay un hombre que visitó nuestro país, se le entregaron las llaves de la ciudad de Montevideo, le abrieron el paso las sirenas de las motos de los policías, cenó y almorzó agasajado en el mejor Hotel de Montevideo por todos los políticos uruguayos.

Bueno, como decirlo de manera sencilla y clara.

Para que se entienda.

Otro ex presidente latinoamericano esta preso por ladrón.

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