El grupo –cuatro enterrianos y uno cordobés– estuvo seis días en Helsinski, visitando celulosas y aserraderos, pero también fueron recibidos por funcionarios de la Cancillería finesa. Los directores del departamento de Relaciones Económicas Exteriores de esa Cancillería, Pekka Saila, y del área de América latina, Hannele Tikanuaara, los recibieron en el Ministerio de Relaciones Exteriores “para conocer la opinión que nos llevábamos a la Argentina”.
En este marco, el gobierno de Finlandia ofreció a los empresarios madereros subsidiar la mitad del costo de un estudio de desarrollo de biotecnología (total de 20.000 euros) para neutralizar los efectos nocivos que tiene sobre el medio ambiente la quema de aserrín.
En su regreso a Buenos Aires, los empresarios se cruzaron con algunos miembros de la delegación argentina que volvían de La Haya, de exponer ante la Corte de Justicia sobre el riesgo contaminante de la planta Botnia y la española Ence.