Luis, delegado de los empleados de Supermercados Modelo, es casado y tiene dos hijos. “La lucha continúa, nosotros queremos que la gente tome conciencia porque es una lucha constante, como ellos también quieren estar con la familia, nosotros también queremos estar con nuestras familias”, expresó.
Los empleados de Modelo tienen un franco durante la semana. “No es lo mismo porque un domingo vos podes estar con la familia, para poder pasear, podes ir a ver una carrera, ver un partido, estar con amigos. Uno tiene muchos amigos pero no puede estar compartiendo un asado porque tenes que trabajar”, señaló.
Hace 14 años que trabaja en Modelo. “Y desde hace 14 años que trabajamos los domingos”, precisó. ¿Cobran doble por trabajar los domingos? “Teóricamente sí, pero nos pagan por un franco; y eso a veces no justifica poder trabajar para que te den medio franco”, responde. Otros empleados consultados respondieron que cobran los domingos como cualquier otro día de la semana; no hay una remuneración extra.
Luis expresó que muchos no se solidarizan con la campaña que ellos llevan adelante. “Fíjate vos que la primera vez que tuvimos fuimos muchos más y ahora somos cada vez menos. Y la gente nos ha pegado mucho, la gente no nos ayuda”, expresó.
Juan José Paiz es empleado de supermercados La Bodega. Desde hace 20 años se desempeña como empleado de comercio. Antiguamente trabajaba en el supermercado “Caminito” (quebrado).
“Un domingo no podés volver a comer al mediodía con tu familia”, indicó. Paíz tiene dos hijos, uno de siete años y otro de tres. La Bodega cierra sus puertas a la una de la tarde. “Siempre queda gente adentro, tenés que comerte hasta una y media, dos menos algo; de aquí a que acomodás todo para el día lunes. Llegás tu casa a las dos y pico, comés y queselló y se te hacen las cinco”. En invierno, sólo queda una hora de luz para salir a pasear. “No podés ir al parque con tus hijos, salir a algún lado, auque sea salir a dar una vuelta”, indicó.
“Si uno no trabajase, podría despertarse a las nueve de la mañana, comer a las doce del mediodía y salir a las dos de la tarde. Podés salir, disfrutar de la tarde”, indicó. Como compensación, los empleados pueden tomar un franco semanal de medio día. “Pero tu hijo va a la escuela, tenés que hacer alguna cosa y ya no podés estar con tu familia”.
Alejandra trabaja desde hace dos años en el minimercado “El Pato”, ubicado en El Martillo. “El deseo que tenemos es no trabajar los domingos, aunque sea domingo por medio nos conformamos”.
Alejandra no puede aprovechar el domingo entero para estar con su hija, de un año medio. “Si todos tienen derechos de estar con sus hijos, no pueden venir a comprar un día domingo; sé que es necesario pero también pueden salir los días sábados”, sostuvo.
Un domingo cualquiera para Alejandra implica entrar a trabajar a las nueve de la mañana hasta la 13:30 o 14 hs. “No tenemos horario de cierre, según como va la gente a comprar, siempre va a última hora”.
Admitió que hay falta de solidaridad de la sociedad. “Se recorren Concordia entero para encontrar un local abierto o se vienen hasta acá”, señaló. En el minimercado le otorgan un franco semanal, “pero es muy raro, siempre tenemos que trabajar de lunes a domingo”.
Los pormenores de la jornada de ayer
Desde el Sindicato de Empleados de Comercio son conscientes que la escasa concurrencia de ayer a la manifestación puede socavar la campaña. “Ellos creen que la batalla está ganada, pero no es así”, dijo una alta fuente del sindicato.
“Algunos han tomado conciencia y van, aunque sea rotando con otros compañeros una media jornada”, señaló la fuente. Entre ellos se encuentra Alejandra, quien dijo que, en caso de dejar de manifestarse, “esto se viene abajo, va a quedar en la nada”. Por ejemplo, los empleados de Modelo llegan a los 80, pero sólo 30 estuvieron en la jornada de ayer.
El hipermercado Norte, por caso, no sólo no da señales de que vaya a cerrar sus puertas más adelante, sino que desafía abiertamente a la convocatoria. Para ello, decidió abrir sus puertas media hora antes, 8:30 hs., para vender la mayor cantidad de mercadería hasta las diez de la mañana, horario en que llegan los manifestantes. De todas formas, desde el CEC aseguran que, hasta ahora, los efectos se hacen sentir. “Preveían vender por $ 150.000, como cualquier domingo, y sólo pudieron vender $ 30.000”.
Pero, además, desde el centro comercial pusieron una serie de ofertas para atraer más clientes, principalmente en el rubro carne, consistente en rebajas importantes de precios.
En cuanto a las adhesiones del comercio local, ayer hubo una deserción: el drugstore “Mix”. El propietario se había comprometido a cerrar sus puertas. Pero ayer sorprendió al abrir, aduciendo la competencia de las panaderías y negocios similares que desoyeron la medida. “Si abre, que nos avise, así vamos y le manifestamos. Que no sea hipócrita, viniendo a comprometerse, a hacer una ‘fantochada’, poner un cartel en la puerta y después abre. Quedamos pegados con el pidiéndoles a todos que cierren”, le advirtieron desde el sindicato.