El secretario de la Presidencia de Uruguay, Gonzalo Fernández, envió ayer la contrapropuesta a la administración Kirchner y recibió la aprobación de Casa Rosada. Fuentes gubernamentales del vecino país consultadas anoche por el corresponsal de El País destacado en Buenos Aires, Fernando Nolé, señalaron que la versión de la declaración conjunta conformaba a la Presidencia argentina. En esa medida, la cumbre se realizaría mañana miércoles en Anchorena, donde los presidentes Tabaré Vázquez y Néstor Kirchner rubricarán el acuerdo.
Fuentes de Presidencia del vecino país indicaron que el optimismo era marcado ayer y que incluso durante la jornada se manejó la posibilidad de concretar hoy mismo la cumbre presidencial.
El mayor avance en las negociaciones se produjo en la declaración política del acuerdo. Aún persisten temas a ajustar en el capítulo técnico del mismo, particularmente en lo referido al papel que deberá cumplir la comisión técnica binacional que se hará cargo del estudio de impacto ambiental. En este sentido, Argentina pretendía ampliar a tres la cantidad de integrantes por cada país, con el fin de incluir a un representante de Entre Ríos en el grupo de trabajo. Tal extremo no era de recibo para el gobierno uruguayo, aunque los asesores continuaban anoche trabajando intensamente en este capítulo.
Alcances
El carácter que tendrá esta comisión también era objeto de discusión en los prolegómenos del acuerdo definitivo. En tal sentido se espera que esta comisión tenga carácter de permanencia, más allá del informe de impacto ambiental inicial, y se encargue del monitoreo de las plantas una vez operativas. Sin embargo, tanto en el gobierno uruguayo como en el argentino se relativizaba ayer el peso de estas diferencias.
Entre los asuntos que quedan pendientes en el paquete a negociar está el de los costos de una eventual paralización de obras. Este punto fue planteado ayer por la empresa Botnia durante el encuentro que se concretó por la mañana en el Edificio Libertad.
Cabe recordar que este aspecto era uno de los que había inquietado más a la empresa finlandesa, luego que aceptara públicamente suspender las obras por un plazo máximo de 90 días. El jueves por la mañana, luego de un encuentro breve con Gonzalo Fernández, Botnia comunicó al sindicato de la construcción que las obras continuarían normalmente. El factor de irritación entonces era que, al menos hasta entonces, desde el gobierno no se había precisado quién se haría cargo del pago de jornales. Los ejecutivos finlandeses, luego de una reunión que mantuvieran con los subcontratistas, resolvieron no detener las obras. Incluso en esa jornada los representantes de la empresa llegaron a evaluar la posibilidad de retirarse del país dado el cariz que venía tomando la negociación entre Uruguay y Argentina.
No obstante, el sábado desde Salto el presidente Vázquez insistió tanto en que las plantas se iban a construir, como en que las obras se detendrían durante Semana Santa. Por el momento, la empresa ha mantenido silencio, tanto en relación a sus planes de construcción, como en relación con los contactos que mantuvo con el gobierno. Fuentes de Botnia no descartaron, empero, que hoy pudiera existir un comunicado público.