“Todo lo que dice este hombre es de absoluta falsedad”, dijo el mandatario en respuesta a las acusaciones contra su persona que hiciera públicas Rovira y pasó a detallar la “realidad” de los hechos acontecidos.
En ese sentido, aclaró que “en primer lugar cuando yo tenía 15 años, en 1962, fue la primera vez que me detuvieron, cuando con motivo la proscripción del peronismo repartía boletas recomendando no votar el fraude”.
Después de ello, narró, “tuve actuación política en la universidad, siempre con la democracia, luchando contra la dictadura en el brazo universitario del peronismo que era el Integralismo en Córdoba, y luego en la Juventud Revolucionaria Peronista”.
El mandatario comentó que, tras haber obtenido su título de abogado “ejercí durante dos años en Córdoba y después, en el Gobierno de Enrique Tomás Cresto, fui designado secretario del Juzgado Civil y Comercial que estaba a cargo entonces del doctor Rovira. Nunca vi en mi accionar un juez tan lento como Rovira, que demoraba hasta un año y medio para sacar una sentencia”, señaló en relación a la actividad que desarrollaba el ex juez.
“Me di cuenta que estaba en una arena movediza el 24 de marzo del 76”, cuando ocurrió el golpe militar. “Yo le manifesté a Rovira: ‘qué problema doctor’, pero él me dijo que al contrario, que íbamos a poder dictar sentencia tranquilos, porque iba a haber orden en Argentina’”, apuntó Busti y continuó: “A medida que fue pasando el tiempo, veía el permanente contacto del entonces juez con los militares, porque a las dictaduras militares en la Argentina no la hicieron solamente ellos, sino también gran parte de la sociedad civil que los apoyó yendo a los cuarteles, delatando; y entre ellos estaba Rovira”, afirmó.
Prosiguiendo su relato, el mandatario reveló que “el día antes a que me detuvieran, el 11 de febrero de 1977, el contador Sosa Moreno -conocido en Concordia por su vinculación con los servicios de información- entró a su despacho y cerró la puerta. Al otro día me llevaron en el baúl de un auto, encapuchado y esposado, están los testigos de mi barrio. El dice que estuve 20 días detenidos, pero en verdad estuve cuatro meses. Es cierto que me salvé y otros murieron, como dice él, pero sentí mucho dolor. En esa época mi señora estaba embarazada de ocho meses y se le provocó el parto; él no quiso ni atenderla, ni tampoco me atendió nunca más a mí cuando me largaron, sin siquiera documentos”.
En este marco, el actual gobernador diferenció las “dos actitudes completamente distintas” del ex juez y la suya: “Cuando vino la democracia y fui intendente de Concordia todos los que estuvieron detenidos durante la dictadura fueron reivindicados, pasando a ser empleados o funcionarios importantes del Gobierno. En cambio él negó hasta a su cuñado, Alberto Noalles, un militante de izquierda, que hace poco tuvo su homenaje por parte de la Subsecretaría de Derechos Humanos, después de tantos años de ser negado por las familias Rovira y Noalles”.
Por último, el gobernador señaló que su intención con este relato es mostrar la verdad, “porque esta es la realidad. Este hombre miente: fue un colaborador de la dictadura militar. Cuando se retiró de la Justicia y vino la modalidad de la Alianza de De la Rúa y de Montiel se vistió de justiciero y democrático, lo que nunca fue porque siempre fue un colaborador de la dictadura militar”, sentenció finalmente.