En Concordia hay cerca de 33.000 ordenanzas sancionadas. Pero, en la secretaría del Concejo Deliberante están archivadas en formato digital aproximadamente desde la N° 25.000 en adelante. Para situarse en el tiempo, desde 1992 a la actualidad. O sea, cualquier ordenanza que preceda a ese año, hay que buscarla a mano.
Una búsqueda puede ser sencilla, si uno sabe cual es el número de la ordenanza en cuestión porque el archivo está ordenado de esa forma. En cambio, cuando se carece de este dato, el trámite se complica. Muchas veces, desde la secretaria envían a quienes van a consultar a la repartición concerniente para que los informen de la norma en cuestión. Además, con el correr de los años muchas ordenanzas se fueron perdiendo por prestar el expediente original, sin haberle sacado una copia.
“A veces vienen y nos piden una ordenanza sobre tal o cual cosa, y la única referencia que nos dan es que se sancionó en la segunda intendencia de Busti (91-95). Y nosotros tenemos que rastrear cuatro años para encontrarla”, dijo una fuente de la secretaría del Concejo.
El Concejo lejos está de poder brindar un soporte adecuado para ordenar en forma digital las ordenanzas. A fines del año pasado se compraron dos computadoras, pero las anteriores datan de 1992 (quedó vetusta y ya no funciona) y de 1996 (también es obsoleta, aunque aún funciona).
En la secretaría se acumulan las cajas con las ordenanzas sobre los modulares, los placards, en el piso. Esperan que Presidencia, a cargo del concejal Luis Fonseca, les devuelva la oficina que actualmente ocupa, donde antiguamente funcionaba el archivo. Algunas oficinas del Concejo deberían trasladarse al ala del edificio municipal donde funcionaba la secretaría de Salud, que a fines del año pasado se trasladó hacia el ex-policlínico ferroviario. Pero, por ahora, deben seguir encimando las cajas por falta de espacio.
Sueldos, el mayor gasto
Aunque parezca contradictorio, no es de extrañar que en el Concejo se le otorgue poca o nula importancia al ordenamiento, clasificación, archivo y, llegado el caso, digitalización de las ordenanzas. Si uno repasa el presupuesto para el año en curso, rápidamente cae en la cuenta que, por lejos, los salarios de los concejales y los empleados se lleva casi todos los recursos.
Por ejemplo, se presupuestaron en total $ 1.851.100 para 2006: $ 1.700.000 se va en sueldos (91,8 %); $ 101.000 para bienes y servicios no personales –papeles, cartuchos de tinta, publicidad, etc.- (2,9 %); $ 30.000 para transferencias –subsidios, ayudas, etc.- (1,6 %); y $ 20.000 para bienes de consumo –computadoras, ventiladores, muebles, etc.- (1,08 %).
Un análisis de los sueldos que se pagan en el Concejo se discrimina en: $ 2.900 por mes por concejal; 37.700 por año (12 meses +1 mes de aguinaldo); $ 452.400 el total anual, sumando los 12 concejales. Queda $ 1.247.600 para repartir entre los 86 empleados que componen la planta del Concejo Deliberante, lo que arroja un sueldo promedio por empleado de $ 1.200 mensuales.
Nuevo proyecto de digesto
El concejal Jorge Ferrera (PJ) presentó un proyecto de ordenanza para crear un digesto municipal. “Se busca la modernización de la parte legislativa, sobre todo para la gente que viene de afuera, y también para la que está adentro. Quienes necesiten buscar algún tipo de información que tengan que ver con el tema presupuestario, ambiental, legislativo, derechos, puedan tener algún acceso fácil a la información a través de una página digital”.
Más de una vez, los mismos concejales desconocen, al momento de presentar un proyecto, si existen antecedentes sobre la materia. “Me ha pasado a mí cuando he presentado proyectos para regularizar el sistema de jardines de infantes que están pululando en la ciudad de Concordia. Se reciben de maestras jardineras y abran un jardín, y no se sabe como están adentro los chicos; si están bien, mal. Presenté un proyecto, y me enteré que en la gestión anterior se había presentado otro”.
Luego añadió: “resulta que hay dos ordenanzas de un mismo tenor que están cajoneadas, porque el Ejecutivo que es quien debe valorar y ejecutar las ordenanzas, no las ejecuta. Ni siquiera las veta, las convalida, las objeta….ni siquiera se entera”.
Ferrera recuerda que la actual gestión creó la secretaria de Reforma de Estado, que, entre otras cosas, iba a trabajar en un digesto. “Pero resulta que ahora esa secretaría está sin cargos. Está la secretaría de Hacienda que, supuestamente dentro de su entender, está ese tipo de capacitación”.
Durante la semana pasada, Ferrera se encontró con un empleado jerárquico de la Dirección de Informática que le informó acerca que tenían en su poder un trabajo similar a un digesto. “Tenían un programa, pero no tenía nada de información adentro, como para decir ‘pongamos esto en Internet’ para que la gente pueda tener información”.
Señaló la importancia del digesto para quienes quieran venir a invertir a Concordia, “que sepan que derechos impositivos tienen, que tributación tiene que hacer para determinadas cosas, con que reglas de juego están esas empresas para venir a trabajar”.
“Hoy, cuando la gente viene a preguntar, los mandamos a Inspección General porque ni nosotros sabemos que ordenanzas están vigentes, salvo las de éste período. Tenemos que estar pidiendo informes, y haciéndola trabajar a la pobre Delia Tallarico (secretaría del Concejo) que con el cúmulo de tareas que tiene, es un problema. Para colmo está todo mecanizado, no está nada informatizado”.
El edil recalcó que hubo personas que quisieron vender el digesto, “los mismos empleados que han trabajado en el Estado y que han cargado distintas ordenanzas, y han querido venir a vender esa información, ¡Basta ya! tenemos que tener un poco de conciencia ciudadana”.
El concejal tomó como ejemplo el digesto de la ciudad de Paraná. “Estuvimos con el director de Tránsito y nos dio toda la información del digesto de Paraná: ya tenía el presupuesto que se iba dando, las licitaciones dentro de los 30 días”.