El CGE no expulsó al chico acusado de colocar una bomba

Como se recordará, en noviembre del año pasado la Policía investigaba la denuncia formulada desde la escuela Comercio 1 de Paraná, por la cual se suponía que un alumno de 16 años, que cursaba segundo año del Polimodal del turno mañana, fue el supuesto autor del armado y colocación de un artefacto explosivo casero.
El organismo aguardará la resolución de la Justicia en la causa penal denunciada por las autoridades de la escuela. Sin embargo, Kerz aclaró que “con el tiempo se fue complicando la posibilidad de sancionar al chico, por lo que se resolvió separarlo preventivamente, sin llegar a la expulsión ya que se debe garantizar el derecho a estudiar a través de un plan especial”.
“Los detalles del programa serán definidos por la Dirección de Polimodal y los padres”, referenció el presidente del CGE.
La aparición de una caja con elementos relacionados con una bomba casera fue el detonante de la polémica, sobre todo cuando desde el colegio se avanzó en la expulsión del menor que fue resistida por la familia. La caja contenía botellas de coca con pólvora, cables añadidos, pilas, un detonador de plástico, bolillas, clavos y tornillos, por lo que para las autoridades policiales se estaría ante una bomba casera de bajo poder explosivo.

Competencia

El rector del establecimiento, Miguel Langhi, en su momento había comentado a este medio que no descartaba que “exista algún motivo de celos hacia otra alumna”, en esa hipótesis se reforzó la idea de envidia hacia las buenas notas de su compañera a la que podría ver como una potencial competidora para la obtención de la Bandera de Ceremonias. El adolescente cuenta con excelentes notas y al conocer que la supuesta rival estaría en condiciones de disputar el mejor promedio, habría actuado para intimidarla. Ante eso se avanzó en la idea de amonestarlo y expulsarlo, por lo que se pidió la intervención del CGE.
Sin embargo, la resolución fue severamente cuestionada por los padres que se presentaron en la comisaría cuarta para alertar de una posible “cama” al menor. Los padres del alumno aseguraron en su momento que el chico participó de la situación, pero no solo, ya que siete compañeras más del mismo curso y otro menor que asiste a una escuela vecina organizaron lo que consideraron una broma de mal gusto a los compañeros del segundo año del Polimodal. Además no ocultaron el malestar con Langhi por la supuesta persecución emprendida ya que, sin derecho a defensa ni posibilidad de aclarar las dudas, se lo expulsó.

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