Los comerciantes solicitan que se levante la medida de protesta, pero la respuesta ha sido negativa. Bouvet señaló que los cortes surgieron para “llamar la atención”, y a veces para responder a “sectores minoritarios que buscan tener trascendencia, o para después obtener algún rédito político”.
El viernes pasado comenzó a enviar cartas documento: “nosotros hicimos dos o tres reuniones con asambleístas en las que nos tomaron el pelo, como no tuvimos respuesta a través del diálogo, decidimos una acción por la vía legal. Es una forma liviana de empezar a hacer algo, porque para mi es más barato y más fácil hacer una denuncia penal, pero ese sería un camino sin marcha atrás”.
La estación emplea a 13 personas. Bouvet afirma que busca recuperar parte del daño económico que sufrió. “La venta de combustible en la estación de servicio cayeron un 90 por ciento,” afirma Bouvet. “Yo vendía más de 100 mil litros de gasoil por semana, y ahora no llego a 6 mil”.
Más adelante, señaló que: “hay gente que, más que contra las papeleras está contra el trabajo, el turista pasó sin problema, para la fiesta de a Artesanía pudieron pasar sin problemas; vinieron a cortar el paso a los camiones, atacando a los transportistas y a nosotros que estamos trabajando. Estamos de acuerdo en pelear contra la contaminación en el futuro, pero no hay que descuidar el presente, porque sino, tampoco vamos a tener futuro”.
“Nosotros defendemos el trabajo, pero ahora al oponernos a los cortes somos ‘los contras’. No estamos en contra de la contaminación, pero las papeleras en algún lugar del mundo tienen que instalarse, el papel se va a necesitar siempre. El tema es que se debe controlar bien. En eso estamos de acuerdo”, afirma el empresario.
Al ser interrogado sobre su opinión respecto a los gastos que le ocasionan los traslados a los ambientalistas, Bouvet señaló: “lógicamente que de algún lado sale ese dinero, hace unos días llegaron colectivos de una empresa de turismo con gente. También hicieron un viaje al Congreso, que no significa poca plata”.