Un escape de amoniaco ocurrido este martes por la tarde en un frigorífico de Concepción del Uruguay causó alarma entre los habitantes de los barrios aledaños, ubicados al suroeste de la ciudad. Como consecuencia del accidente hubo decenas de personas internadas en distintos centros asistenciales, y si bien no hubo consecuencias fatales, la preocupación por los afectados, la confusión por la magnitud del escape y las sirenas de las ambulancias, provocaron que el temor se extendiera con rapidez a toda la zona.
Muchos vecinos del barrio Matadero -como se conoce a la amplia barriada donde está ubicado el frigorífico avícola Becar- tuvieron que salir corriendo de sus casas para escapar de la nube de gas que se extendió en el lugar. Aproximadamente a las 15 de este martes, y sin que se sepa exactamente las causas del accidente, se produjo un escape de amoníaco en el frigorífico avícola. El amoníaco se utiliza en la parte de frío de la planta. Un empleado contó a Miércoles Digital que en 1985 hubo un caso muy similar.
En esta ocasión, se presume que lo causó un accidente de trabajo ocurrido en el sector de torres condensadoras, ubicado en la parte externa de la planta del frigorífico. De inmediato todo el personal del frigorífico, alrededor de 300 operarios, fueron evacuados y se les colocaron máscaras. Casi de inmediato se dio aviso al Cuerpo de Bomberos, que hizo esfuerzos para combatir el amoníaco disperso en el aire. El accidente se produjo cuando se realizaban trabajos de mantenimiento.
Hubo varias personas afectadas. Alrededor de 35 personas resultaron hospitalizadas, y debieron ser derivados a distintos centros asistenciales de la ciudad, algunos en el Hospital de Zona, otros en la Cooperativa Médica y otros en la Clínica Uruguay. Un empleado de la planta que resultó más gravemente afectado permaneció algunas horas en terapia intensiva en la Cooperativa, aunque luego lo sacaron de terapia y ya se encuentra en la sala general. El diagnóstico fue intoxicación por inhalación.
«Felizmente el viento soplaba desde el sector sud-sudeste, lo que permitió que el aire no se dirigiera hacia el patio interno del edificio del frigorífico, lo cual se hubiera encerrado y las consecuencias podrían haber sido más graves», explicó a Miércoles Digital un operario.
La jueza interviniente, Estela Natal de Rebossio, ordenó de manera inmediata la clausura del sector del frigorífico afectado. Por la tarde también elaboraron actas personal de la Dirección de Medio Ambiente del Municipio.
El jefe de bomberos, comisario Arturo Benedetto, informó que ante la denuncia de una fuga de amoníaco, acudieron 12 bomberos, que se encontraron con una treintena de personas, a las que se las trasladó en ambulancias de Defensa Civil, y los servicios de emergencia Vida y Alerta. Mientras un grupo de los bomberos se ocupa de la evacuación de los afectados, otra dotación se encargaba de aislar el foco de escape del gas. La neutralización de la pérdida se extendía a dos metros y medio, según explicó el titular del Cuerpo de Bomberos. El amoníaco es un gas corrosivo, y según narró, los métodos utilizados fueron a través de una cortina de neblina, con la que se neutraliza la nube de amoníaco. Las tareas comenzaron a las 15 y culminaron con éxito alrededor de las 18.
Los hombres que participaron del operativo fueron sargento Jorge Alberto Soto, cabo primero José Gustavo Peñalva, agente Miguel Gastón Suárez, sargento Hugo Daniel Oyuna. También cabo Horacio Anibal Piter; y los bomberos voluntario Juan José Ramírez, Raúl Rodríguez y Juan Rebord. También estuvo presente Miguel Dupont, el titular de Defensa Civil.
Según se informó a la emisora LT11, las personas afectadas fueron en total 35, de las cuales dos continúan internadas. Quince fueron trasladados al Hospital de Zona, otros seis a la Clínica Uruguay y otros seis a la Cooperativa Médica. Ocho vecinos quedaron en observación.
Defensa Civil le recomendó a los directivos del frigorífico Beccar que deberán aguardar hasta el jueves a primera hora para que la planta vuelva a funcionar, ya sin la presencia de amoníaco en el ambiente.
Fuente: Miércoles Digital